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Asaja Murcia valora el rechazo de los eurodiputados al acuerdo agrícola con Marruecos

04/02/2011

04 de febrero de 2011

La comisión parlamentaria relativa a cuestiones agrícolas ha debatido sobre el nuevo protocolo abordando el tema de las concesiones a las importaciones marroquíes, entre las que el sector murciano y español teme el aumento a los cupos de frutas y verduras, tales como el tomate.

Si bien para que el acuerdo entre vigor necesita la ratificación por parte de la Eurocámara, desde 'Asaja Murcia' se ha instado a todos los eurodiputados a que “voten contra este documento que perjudica seriamente los intereses de los agricultores murcianos y españoles”.

Entre las zonas más damnificadas por este convenio se encuentra Murcia y muy especialmente el cultivo de tomate, ya que “los agricultores temen pérdidas al competir en los mercados comunitarios con las producciones marroquíes que son más accesibles económicamente, a costa de no cumplir las exigencias en materia de productos fitosanitarios, entre otras cuestiones”, según apuntó el titular de 'Asaja Murcia', Alfonso Gálvez Caravaca.

Asimismo, el máximo responsable de esta organización profesional agraria ha querido dejar patente “la preocupación de todo el sector hortofrutícola por el impacto que tendría este acuerdo si entrara en vigor, de ahí que pedimos que finalmente no se llegue a ratificar este convenio”.

El convenio aumenta los cupos de tomate que el país magrebí vende a los países comunitarios con arancel bajo entre octubre y mayo, que ahora está en 233.000 toneladas anuales, de manera que lleguen hasta las 285.000 toneladas en cinco campañas, pero al mismo tiempo también ofrece otras concesiones para otras frutas y verduras procedentes del reino alauita.

Esta organización profesional agraria considera “intolerable” que ante una situación de mercados hundidos como es la que actualmente atraviesan los productores comunitarios de frutas y hortalizas, Bruselas ignore el principio de preferencia comunitaria y amplíe las concesiones a Marruecos, que ve aumentados, año tras año, sus cupos de exportación a la UE, con el perjuicio que eso supone para las producciones comunitarias, sometidas a una clara competencia desleal.