La única mandarina certificada, podrá disfrutarse hasta finales de abril
Nace Clemcott, la mandarina Nadorcott de más alta calidad
El hotel Westin de Valencia fue el escenario de presentación de la nueva marca. Una mandarina cuya calidad se garantiza en buena medida por un exhaustivo control de la producción. En palabras de Luis Trujillo, presidente del Club de Variedades Vegetales Protegidas, CVVP, “con un imprescindible control de la producción logramos que nuestros productos no caigan en la espiral de los excesos de producción y las desastrosas consecuencias que ello conlleva para todo el sector agrícola y que conocemos muy bien en la citricultura. Pero no sólo una cosecha controlada en su volumen es suficiente, la calidad de la misma, cada día más demandada por los consumidores, es otro factor que debemos tener muy en cuenta. Por ello, con una producción controlada y una excelente calidad lograremos nuestros objetivos”.
El presidente se refirió a la buena marcha del CPPV. “Con sólo dos años existencia somos ya 570 asociados que se han adherido voluntariamente y con verdadera confianza en la nueva forma de gestionar la agricultura de primera línea. Hemos decidido poner todo nuestro empeño en desarrollar un nuevo procedimiento para crear valor añadido a los productos agrícolas”, señaló Trujillo.
Y es precisamente ese procedimiento el que garantiza la máxima calidad de las mandarinas. Esta asociación se encarga de gestionar los derechos de propiedad intelectual de variedades protegidas, trabajando con el fin de salvaguardar el valor de la variedad. CVVP, con la nueva Clemcott, ha logrado por primera vez en el sector que el mercado pueda abastecerse de una mandarina con calidad certificada.
“Incomprendidos por unos y seguramente envidiados por lo buenos resultados de la calidad que gestionamos, hemos decidido dar un paso más para conseguir dar un mayor valor añadido a la producción de la variedad vegetal protegida Nadorcott, creando esta nueva marca”, apuntaba Trujillo.
El CVVP quiere introducir Clemcott como una marca/producto de referencia en el sector de las mandarinas, a través de un modelo de certificación total. Para ello, durante este primer año, CVVP ha presentado el modelo a las principales cadenas de distribución europeas: Tesco, Marks and Spencer, Coop Suisse, Ahold, C1000, ASDA, Eroski, El Corte Inglés, Sainsbury...
La mandarina Clemcott, con sello de calidad
Recolectada a mano, se seleccionan sólo las mejores mandarinas, garantizando su calidad. Se distingue por su agradable sabor y la homogeneidad de su color naranja brillante. Clemcott ofrece frescura, un aroma intenso y perfecto equilibrio entre azúcar y acidez.
Es una variedad muy productiva, de árbol vigoroso. Su época de maduración se sitúa a mediados de enero y puede conservarse bien en el árbol hasta abril. Su fructificación es característica y se produce con un elevado número de flores solitarias que, al cuajar fácilmente, da lugar a la formación de racimos. Existen 2,2 millones de árboles de esta variedad en España, que dan 100.000 toneladas de fruta.
Es auto-incompatible, no produce semilla si no hay polinización cruzada. La tendencia a la verticalidad de esta variedad, obliga a una poda específica, eliminando los brotes verticales y respetando las brotaciones más horizontales. Excelente color naranja-rojizo, brillante; buen contenido en zumo y buena facilidad de pelado. La relación sólidos solubles/acidez es agradable.
Un cuidado proceso, desde el campo a la mesa
El Club de Variedades Vegetales Protegidas (CVVP) es una asociación sin ánimo de lucro, que agrupa a los principales agricultores de la Nadorcott española, variedad protegida de alta calidad que cubre el hueco de mercado de mediados de enero a abril.
Esta asociación se encarga de gestionar los derechos de propiedad intelectual de variedades protegidas, trabajando con el fin de salvaguardar el valor de la variedad.
Norma Agrícola, compañía de certificación especializada en el sector agroalimentario, partner de TÜV SÜD, audita y certifica todo el proceso. Realiza inspecciones al 100% de los campos antes de la recolección, tomando muestras con el fin de determinar el cumplimiento de las especificaciones y el momento óptimo de iniciar la cosecha. Asimismo, todos los comercializadores Clemcott son auditados, realizando inspecciones no anunciadas, en las que se realizan los controles necesarios para garantizar los niveles mínimos requeridos por el modelo.
Requisitos mínimos para certificar Clemcott
Un comité de expertos ha trabajado más de cuatro años en el proyecto Clemcott para poder ofrecer a las grandes cadenas de distribución la garantía total, para la satisfacción del consumidor final: fácil pelado, sabor compensado y homogéneo, reducción de pepitas y color naranja intenso, durante toda la temporada.
La etiqueta Clemcott
Todos los envases secundarios de las mandarinas Clemcott poseen una etiqueta exclusiva. Ésta garantiza la calidad, la trazabilidad y el origen legal de la variedad, diseñada especialmente para la distribución. Normalmente esta etiqueta no será visible por el consumidor final.
El presidente del CVVP, concluyó el acto agradeciendo su trabajo a grandes y pequeñas agricultores, “por los grandes esfuerzos que realizan”, a los comercializadores “que ponen a disposición de los consumidores nuestros productos”, a investigadores “desde todos los puntos de vista imprescindibles en el desarrollo de nuevas variedades”, a los obtentores, “cuya elevada inversión merece una remuneración”, organismos públicos “a quienes desde ahora solicitamos su colaboración” y a sus asociados, “que gracias a ellos y a su decidido apoyo, han hecho posible el inicio y desarrollo de esta nueva realidad en la citricultura”.
Ventajas de Clemcott respecto a otros productos similares
Es la única mandarina certificada y no tiene canales preasignados o definidos: Se trata de un modelo de libre comercialización. Sólo se requiere que la fruta proceda de un campo de Nadorcott con la correspondiente sublicencia de explotación. Se debe solicitar y obtener el certificado Clemcott, comercializar habiendo suscrito el contrato de uso de marca con CVVP y enviar la fruta al mercado con la etiqueta Clemcott.
Las empresas que han obtenido el certificado Clemcott, se pueden encontrar en: http://www.clubvvp.com/clemcott/envasadores.php
Luis Trujillo, presidente de CVVP.
Entrevista a Luis Trujillo, presidente de CVVP
“El exceso de producción, por muy buena que sea su calidad, termina reduciendo el precio del producto”
¿Cómo nace la necesidad de crear un producto de estas características?
Creemos que los consumidores cada vez apuestan más por la calidad y nosotros con esta marca garantizamos una calidad superior.
¿La calidad se paga?
Sí. Además el consumidor está dispuesto a abonar un poco más para obtener una buena calidad.
A grandes rasgos, ¿qué diferencia esta mandarina de otras del mercado?
Esta mandarina llega en una época en la que no hay sobreproducción. Es muy importante estar en el mercado cuando no hay otras mandarinas. Esto se debe a nuestro control de la producción, porque un exceso de la misma, por muy buena que sea la calidad como ocurre en otras muchas variedades, al final reduce el precio del producto.
Cuando hablan de buenas prácticas en la agricultura, ¿a cuáles se refieren?
Al consumo de insecticidas, que en algunos casos logramos casi suprimirlos, al abonado, a que el riego que sea el que corresponde, que éste no suponga un excesivo consumo de agua... En resumen, que el consumidor reciba un producto que sepa que es muy correcto y muy bueno para su salud. En este caso, cuenta con un índice de vitamina C que no tienen otros productos.
Un punto fuerte de este producto es la trazabilidad…
Por supuesto. Significa que el consumidor puede saber hasta de qué huertos proviene el producto que compra, es decir, empieza la trazabilidad desde la finca, desde el almacén, transporte, en la concepción y en la entrega al consumidor. Éste puede saber exactamente de dónde procede, qué tratamientos ha tenido, etc. y con una garantía de calidad absoluta.
¿Qué beneficios obtiene el agricultor?
El agricultor de esta variedad vende las mandarinas mucho más caras que el resto. Por arroba, 10,80 euros aproximadamente. El precio es muy superior a las otras mandarinas. Hay que tener en cuenta que algunas se pagan a 1,20 euros.
¿Expectativas de exportación?
Prácticamente el 90% de la producción, que asciende a unas 120.000 toneladas, se exporta a todos los países de la Unión Europea.