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Cadenas de valor internacionales hortícolas: el ámbito mediterráneo

Pere Papasseit15/02/2013
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La participación en cadenas de valor alimentarias internacionales hortícolas para países en desarrollo de la cuenca mediterránea y para sus sectores productores más desfavorecidos se muestra como un interesante camino que puede ayudar a superar la pobreza a muchos de ellos, y a realizar interesantes ingresos a otros que ya no son tan pobres. La importancia social y económica que reporta la horticultura en los países del litoral mediterráneo se analiza en un artículo del Dr. Miguel Merino Pacheco. El Dr. Merino estudia en este documento las “cadenas de valor” que se están forjando entre algunos países mediterráneos con los grandes mercados consumidores de la UE y de Europa del Este con Rusia a la cabeza.

Para un país en desarrollo y con relación a las cadenas de valor internacionales, en el documento de Miguel Merino, se plantean preguntas tales como si deben participar o no de las mismas, si es deseable o posible, y cómo participar y cómo mejorar la posición de los participantes locales en la cadena, hacia eslabones más rentables. En este sentido pueden parecer válidas las opciones de cooperación económica euromediterránea.

El debate euromediterráneo

El desarrollo económico del llamado espacio euromediterráneo persigue adivinar cuáles son los acuerdos y los actores de la cooperación que se avecina entre los negocios de los países mediterráneos. En general, en la geopolítica agroalimentaria, la “unión por el Mediterráneo” representa un valor añadido para los socios europeos y la actual situación de crisis en los países del euro puede ser la ocasión para relanzar este concepto político. ¿Cuál será la evolución en las actividades económicas relacionadas con la agroalimentación mediterráneas?

Para un país en desarrollo, el primer objetivo de su agricultura, en la alimentación, es autoabastecerse. En muchos países lo principal debería ser preguntarse sobre “producir alimentos”, ¿para qué? y ¿para quién? Los países mediterráneos que quieran mejorar y acelerar su desarrollo deben “invertir” y “reflexionar” para autoabastecerse. En la UE se cree que entre ellos pueden hacer su propia PAC.

El comercio de la UE con la región mediterránea es actualmente irrisorio, tan solo el 5% de su comercio exterior total
La dependencia agroalimentaria de los países árabes en 2011 era de 40.000 millones de euros y aún no han conseguido tener un cara a cara con la UE. Europa debe mirar hacia el Sur dicen los políticos más responsables. El comercio de la UE con la región mediterránea es actualmente irrisorio, tan solo el 5% de su comercio exterior total.

La misión principal de la agricultura de un país es alimentar a su población y no lo es crear oligopolios de empresas exportadoras. Intuyo, como dicen muchos expertos, que hay oportunidades en equilibrar las políticas del sector agrícola en el Mare Nostrum. Hay un parámetro de cooperación, que no pasa ni por Berlín ni por Bruselas; es el diálogo de los 5 + 5, Portugal, España, Francia, Italia y Grecia con los Turquía, Egipto, Túnez, Argelia y Marruecos.

Una problemática es la ‘organización’ política de los territorios. Los núcleos urbanos de El Cairo, Túnez, Trípoli o Casablanca están en el siglo XXI, pero los centros rurales, en muchísimos casos, viven en el siglo pasado. Incluso en Egipto y Marruecos crece la población en el sector rural. En Túnez sus propios alimentos tienen dificultades para el acceso a la capital por falta de logística.