De su propia matanza selecciona las mejores piezas para producir sus jamones. Con la mínima cantidad de sal y un largo proceso de maduración natural consigue el aroma, textura y sabor de los jamones serranos de siempre.
La empresa Fribin, S.A.T., dispone de jamones curados sin pata y con piel. Con una curación mínima de seis meses, cada pieza pesa entre seis y siete kg.