La reflexión de Alex Txikón sobre la ascensión invernal al Ama Dablam
Después del gran ascenso invernal al Ama Dablam, Alex Txikon ha reflexionado sobre la experiencia vivida. Para el alpinista, la cumbre queda a un lado, y es que lo más importante es el éxito de todo el conjunto y el haber visitado partes del Nepal sin mucha huella humana. "De todo lo vivido hasta ahora, la cumbre es lo menos importante. Durante la semana de trekking para llegar hasta aquí, hemos disfrutado de un paisaje precioso, con nieve en cotas bajas y, lo más excepcional de todo, en soledad. Aunque el valle del Khumbu es una de las zonas más visitadas de Nepal, apenas nos cruzábamos con extranjeros como nosotros. Creo que esto es clave: no debemos olvidar que somos meros invitados a Nepal".
El vizcaíno analizó todo el ascenso, destacando el último día, que sin ninguna duda, fue el más duro. "El día de cumbre, 25 de enero, fue duro. Demasiado duro, la verdad. El Ama Dablam no nos lo puso nada fácil: en dos ocasiones estuvimos a punto de darnos la vuelta, pero habíamos trazado el ataque minuciosamente en los días previos, y no queríamos perder la oportunidad".
Un abandono que hubiera sido más que justificado. "El Ama Dablam es una montaña técnica y muy vertical que no nos da respiro alguno, y menos aún al ir equipando. Nos turnamos en cada largo y los tiempos de espera en las reuniones son agónicos. El sufrimiento es cruel, pero si de verdad te gusta eso que haces, todo es soportable allí arriba. Desde el Campo Base nos llegan palabras de ánimo. Y con ese aliento, tras seis o siete horas, finalmente alcanzamos la cumbre del Ama Dablam: Kalden, Pasang, Cheppal, Jonatan y yo".
RECUPERANDO ENERGÍA
Una vez logrado el objetivo, Alex ya piensa en el siguiente reto: el Everest invernal. No obstante, resultará más complicado, y es que para ascender la montaña más alta del mundo contará con menos gente. A pesar de esto, Txikon y el equipo ya está disfrutando de un importante descanso. "En nuestro equipo hay personas con menos experiencia y no renunciamos a escribir un segundo capítulo de esta crónica junto a ellos. Por si el tiempo lo permite, he dejado todo mi equipo en el Campo 1 y espero poder ayudar a mis compañeros en todo lo que pueda en estos cinco días que quedan antes de que nos “mudemos” al Everest".