Edu Marín, Marco Jubes y Dani Moreno abren "8 amaneceres" en los Andes colombianos
Cuando hablamos de actividad alpinística andina normalmente quedan en segundo plano las ascensiones a las montañas de Venezuela o Colombia. Estos dos países, sin embargo, fueron el objetivo de un potente equipo de escaladores, formado Edu Marín (Fomento Excursionista de Barcelona) y Marco Jubes (GE Manlleu), ambos componentes del Centro de Tecnificación de Alpinismo de Cataluña (CTAC) y por el aragonés Dani Moreno.
El grupo de escaladores, acompañado por Toti Vales, director del CTAC, se desplazó primero a Venezuela, donde el mal tiempo impidió realizar la actividad prevista. Sin embargo, hicieron la primera repetición de la vía Sobrevivientes del plástico (180 m, 8a), una ruta situada en Cañón del Diablo a 4750 m. Los siguientes días el mal tiempo impidió hacer cualquier tipo de intento de escalada en las paredes del pico Bolívar, el objetivo de la expedición.
Con la intención de realizar una escalada de renombre, el grupo se desplazó a Colombia, concretamente en las montañas del Parque Nacional El Cocuy, una zona bastante desconocida, ya que debido al tema de la guerrilla se había cerrado al turismo hasta hace cuatro años. El trío de escaladores escaló el Pico sin Nombre Norte (5027 m), el Pico sin Nombre Sur (5007 m), el Pan de Azúcar (5.135 m) por la cara oeste y abrieron al Ritacuba Blanco (5330 m), además de su gran realización en este viaje: la apertura de una vía de 500 metros de recorrido y dificultades de hasta 7b y A3.
Nadie hasta el momento había podido abrir una línea de escalada en el gran desplome de la cara este del Ritacuba. La ruta comienza por los tres primeros largos de la vía Tierra de Cóndores. A continuación progresa por un largo flanqueo hacia el centro del gran desplome, por lo que se escala por un tramo de techos y desplomes, hasta enlazar con la última reunión de Tierra de Cóndores. Hasta este punto y la cima quedan todavía 200 metros por terreno mixto.
Los tres escaladores estuvieron ocho días en la pared. Desgraciadamente no dispusieron de más días para liberar la ruta, llamada 8 Amaneceres (500 m, 7b A3). Por desgracia tampoco pudieron llegar a la cima, dando por cerrada la ascensión en el punto donde la ruta se cruza con Tierra de Cóndores. En definitiva, ocho días de intensa actividad marcada por el frío, la dificultad de protección de los largos y la altitud. Aunque no pudieron liberarla por falta de tiempo, Marín, Jubes y Moreno estiman que la dificultad de la vía puede rondar el 8b+.