Un payaso solidario sobre dos ruedas
Hay aventuras que dan risa. Sí, risa por el ridículo, pero no de la aventura en sí, sino del aventurero que, a propósito, hace el payaso para provocar la carcajada. Ya es toda una aventura intentar hacer reir a los pobres, a los refugiados, a los niños con sida o mutilados, a los prisioneros, a los huidos de países en guerra o por hambrunas. Si a eso le añades viajar de país en país en bicicleta, con una nariz roja de plástico y una caja de maquillajes de color pastel con pelucas, parando allá donde hay gente pasándolo mal para darles un espectáculo gratuito de sencillo humor... entonces tienes al “Biciclown”, alias de Álvaro Neil, asturiano que no reside en Oviedo desde que salió en su bicicleta en el 2004.
Álvaro dejó su puesto de oficial de Notaría en Madrid y salió prácticamente sin nada en los bolsillos... y desde entonces recorre el mundo haciendo payasadas para los desahuciados y humildes, financiado principalmente por particulares a través del “clownfunding”, un sistema por el que miles de individuos apoyan un proyecto -casi siempre solidario- con pequeñísimas sumas, cambio de acceso directo a las experiencias personales del aventurero.
Algunas grandes empresas, entre ellas Trangoworld, también apoyan al “Biciclown” en su aventura, denominada “Miles Of Smiles Around the World” (MOSAW), que se inició hace siete años y cuya fecha de terminación prevista era para el 2014, “pero voy con algunos años de retraso”, reconoce Álvaro.
“Afortunadamente regresaré con cerca de 50 tacos, una edad complicada para incorporarse al mercado laboral”, señala en su web http://www.biciclown.com desde donde centraliza toda la información sobre su aventura, “ni tengo pensión de jubilación ni me preocupa que la hayan retrasado hasta los 67 años”. Álvaro deja muy claro lo que hace (“lo de Biciclown es debido a que viajo en bici y a que soy payaso”) y porqué lo hace: “yo no renuncié a un empleo fijo para hacer este viaje por una discusión con mi novia (bueno, ahora ya ex-novia) ni por haber leído 'El Principito' una tarde de otoño. Estoy aquí porque comprendí que el cementerio está lleno de soñadores, y yo no quiero acompañarles. Quiero que la muerte me pille con la cartera vacía y el corazón lleno de paisajes y sonrisas”.
Si bien “vivo encima de la bici desde el 2001”, Álvaro Neil el “biciclown” lleva viajando ininterrumpidamente desde el 2004 por Africa y Asia en su bicicleta sin regresar a España, y ya acumula cerca de 80.000 kilómetros en sus ruedas, con más de 50 espectáculos gratuitos organizados para unas 20.000 personas en decenas de países, sin contar las paradas no previstas en pueblos y pequeñas localidades.
Ha escrito varios libros y editado un documental en Mongolia, todo ello “sobre la marcha” aunque con la ayuda de voluntarios y de algunos patrocinadores. En su web, muy completa y actualizada, ofrece mil maneras distintas para ayudar en su proyecto. Actualmente el dinero que recauda es para el documental “La sonrisa del nómada”, que se recoge en una cuenta de La Caixa, pero advierte que “en tu aportación debes hacer constar expresamente que es para financiar La sonrisa del Nómada. De otro modo el biciclown lo podría utilizar para tomar una cerveza”.