La masificación de la actividad outdoor provoca un aumento de rescates en montaña
Especialmente en los últimos años, la tendencia de mirar hacia la montaña ha ido en aumento en nuestro país. La situación socioeconómica actual, con muchos factores mezclados entre si, provocan en nuestra sociedad una aproximación al medio natural y a los retos que ésta nos brinda.
Como suele ocurrir, este tipo de fenómenos tiene una vertiente negativa. En el caso de la actividad outdoor, una de las consecuencias de ello ha sido el aumento del número de rescates en montaña que han registrado los equipos de seguridad encargados a tal tarea en las distintas comunidades con tradición montañera.
Aumento de los rescates en montaña en Castilla y León
Los datos están sobre la mesa. Ejemplo de ello es el GREIM de Castilla y León, que aseguraba recientemente que los rescates en montaña en su Comunidad han aumentado un 16% hasta el mes de julio, comparado con los datos del mismo periodo en 2015.
Lamentablemente, el aumento también es cualitativo, ya que ha aumentado el número de heridos y fallecidos en montaña en 2016. Han resultado heridas 40 personas, 17 más que en 2015, mientras que los fallecimientos han sido uno más que durante la campaña de 2015.
El caso de Catalunya: cuatro rescates al día
Catalunya es una comunidad con una gran tradición montañera en la que centenares de personas acuden cada verano (e invierno) a las montañas para disfrutar de las rutas senderistas, vías ferratas, rutas alpinas y demás actividades del universo outdoor.
Este año, el Grupo de Actuaciones Especiales de los Bomberos (GRAE) hizo públicas las cifras de actuaciones durante el 2016. De los números totales, 290 corresponden a actuaciones de rescate en montaña, lo que supone un 25% más que hace un año, y se traduce en 4 rescates al día durante la temporada de verano. La mayor parte de las personas que han requerido los servicios del GRAE en montaña es por desorientación en el medio natural.
Los bomberos achacan el aumento a dos ejes principales: la mala planificación de la ruta y la masificación de la actividad en montaña. Guillem Amorós, jefe del GRAE, afirma que: "Con pequeñas acciones previas, como mirar la cartografía, podría evitarse el rescate."
Esta medida, que parece muy obvia, demuestra hasta qué punto existe una gran cantidad de personas que encaran la actividad en montaña sin estudiarla debidamente y sin adaptarla a sus capacidades reales. Amorós también destaca que los bomberos de Catalunya han intervenido en más y más rescates durante los últimos años, tendencia que parece que se mantendrá en 2016. El jefe del GRAE está convencido que superarán los 1.237 rescates de 2015 (sumando las acciones en montaña, mar y ríos).
Empezar la casa por el tejado
Los montañeros profesionales o semiprofesionales y todos aquellos que cuentan con los conocimientos necesarios para desenvolverse con soltura y seguridad en montaña denuncian que la "democratización" de los deportes outdoor ha provocado que podamos encontrar personas equipadas con lo necesario para subir al Everest, pero que no cuentan con los conocimientos para ser precavido y conservador en cualquier actividad de cierto riesgo en montaña.
Empezando así la casa por el tejado. Sumado al aumento de afluencia a las montañas habrá que motivar en los amantes del medio natural una férrea voluntad de informarse al máximo y adquirir los conocimientos necesarios para subir al monte minimizando riesgos y alejarse, así, de la posibilidad de los accidentes en ruta.
