El GERA madrileño realizó 178 intervenciones de búsqueda y rescate en 2014
La Comunidad de Madrid cuenta, dentro del Cuerpo de Bomberos, con un grupo especializado en intervenciones en montaña, el Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA). El año pasado, el GERA participó en 61 búsquedas y 117 rescates en la sierra madrileña una cifra que asciende a las 1.700 intervenciones en montaña y la atención de más de 3.000 personas desde su creación en 1999.
El GERA está compuesto por 49 bomberos especializados en montaña y con amplios conocimientos de la geografía madrileña, especialmente de la sierra. Dominan todo tipo de prácticas propias de la montaña como el esquí, escalada, supervivencia, alpinismo, espeleología u orientación. Entre sus herramientas de trabajo cuentan con un helicóptero de rescate con grúa que le permite acceder con rapidez a lugares difíciles o dos quads con oruga para desplazarse por la nieve.
El GERA está activo las 24 horas los 365 días del año y tiene su base en el parque de bomberos de Navacerrada, que es desde donde más rápido y mejor acceso se tiene a toda la sierra. Entre las labores del GERA está la búsqueda de personas extraviadas o desaparecidas o de personas accidentadas en lugares de difícil acceso. También se han dado casos de rescate de animales aislados, bien por nieve, agua u otras circunstancias y en casos excepcionales, también han trabajado fuera de la región incluso de España como el Himalaya o Namibia.
Pero además de las intervenciones derivadas de una pérdida o un accidente, cada día, el grupo de guardia se desplaza hasta la sierra donde realiza labores de prevención y revisión como puede ser el estudio de vías de acceso a lugares apartados o revisión de veredas y caminos y otros espacios naturales que pueden verse alterados por el viento, la lluvia o la nieve. Se trata no sólo de garantizar la seguridad y evitar el peligro de las personas que acuden a la montaña, sino de tener controlados aquellos elementos que pueden interferir en un rescate efectivo.
Estas actividades preventivas son constantes durante todo el año y en estas fechas están estrechamente relacionadas con las inclemencias meteorológicas como la nieve. Por ejemplo, se encargan de recorrer las zonas en las que son frecuentes los aludes, para ver el estado de la nieve, y en caso de riesgo alertar a la dirección general de Protección Ciudadana para que haga llegar el aviso a la población.
