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"Hay que prepararse lo mejor posible para hacer siempre un buen trabajo, en lo que sea."

Jaume Piguillem12/06/2014
Pablo Vigil en la VerticAlp. © Joan Reyes
Pablo Vigil en la VerticAlp. © Joan Reyes.

Pablo Vigil es una leyenda viva del trail running. Nacido en un pequeño pueblo de México hace casi 63 años, este corredor de montaña que vive en Colorado, sigue corriendo porque es un arte (como él mismo lo define) que ha practicado toda su vida.
Fue profesor de educación primaria hasta que se jubiló hace dos años y afirma aplicaba las lecciones de vida que le da el deporte de montaña a sus enseñanzas en el colegio. Entre otros grandes triunfos, ha sido el único hombre de la Tierra en ganar cuatro veces seguidas la carrera de Sierre-Zinal. Esta gesta le abrió las puertas a Europa y no muchos americanos lo han logrado. Hablamos con él para repasar su vida de corredor y del futuro del trail running.

- Estudiaste en la Universidad.
Sí, hice un bachillerato en Antropología y luego estudié enseñanza infantil, para ser maestro de escuela primaria. Trabajé en una escuela bilingüe castellano-inglés. Me jubilé hace 4 años. He trabajo desde los 14 años, de albañil, de pintor, agricultor, pastor, etc.

- ¿Te gusta enseñar a los niños?
Me encantaba. Trabajar con niños, etc. La única cosa que no me gustaba de eso es la política que hay en la enseñanza. Allí hay mucha política. Es un trabajo pesado pero es muy importante. Ahora que estoy jubilado me gusta más la vida. No tengo horario fijo. Tengo muchos proyectos con los que colaboro, con muchos corredores americanos para ayudarles a venir y correr aquí, por ejemplo en Sierre-Zinal.

- Supongo que algún niño te habrá dicho que quiere ser como tú.
Con un niño, es importante pensar muy bien qué consejo les damos, pero yo les diría que es importante seguir tus sueños y tus pasiones. Y es el tiempo el que dirá si vales para eso o no. No hay que desanimar a los niños. Los niños son lo mejor. Tenemos que inspirar a los niños a seguir sus locuras y sus ideas. Hay que decirles que sigan sus sueños. Como adultos, inspirar a un niño es lo mejor que podemos hacer.


- El terreno es muy variado en Colorado. ¿Favorece que haya muchas carreras?
Colorado tiene montañas y valles y eso favorece este tipo de carreas. Lo que tenemos a favor es la altura. Un valle allí está a 2.000 metros. Y aún se puede subir hasta los más de 4.000 metros.

- El entrenamiento en la altura es ventajoso.
Es una gran ventaja. Allí se entrena cuanto más alto posible porque es importante entrenar si puedes a 4.000 para tener la ventaja. Tiene que ver también con la mente y el corazón. Con las fuerzas que le das. Hay que estar físicamente muy bien para correr pero depende de la actitud y hay que estar preparado. Respetar la montaña y respetar la altura.

- Parece difícil que los americanos vengan a correr aquí. Tengo la sensación de que no hay muchos.
Lo que me molesta de los americanos es que muy pocos son aventureros y casi todos solo hablan inglés y yo les digo que tienen que aplicarse y hablar otros idiomas, como el francés o el español. Hay que ser más aventurero. Muchos piensan en el dinero que pueden hacer, pero esas no son buenas razones. Primero hay que ir a probarse. Yo les digo que la primera vez que fui a Sierre-Zinal me pagué todo: el viaje, la inscripción… y la gané. Tuve suerte, pero vine bien preparado aquí a Europa. Desde entonces ya no he pagado ninguna.

- Tienes 63 años. ¿Cuál es el secreto para seguir corriendo?
Sí, ya voy para 63. Soy el último loco que queda. Me siento bien. Hace 46 años que empecé a correr. Ha sido siempre parte de mi vida, como cepillarse los dientes. Ahora corro 4 o 5 veces semanales, pero no con tanta intensidad, pero todavía me encanta salir y correr.
Cada uno tiene que tener en cuenta su edad. La mente va más rápido pero el cuerpo a veces no llega. Normalmente discuten mente y cuerpo pero tienes que tener cuidado para ver que ya no será como antes.
Yo me veo caminando ahora en lugares donde pienso que hace unos años corría fácilmente, como un ciervo. Pero hay que escuchar al cuerpo y usar la cabeza y eso se aprende con experiencia. Ya no es lo mismo que cuando tenía 20, 30 e incluso 40.

- Decían que eras el primer yankee que había conquistado europa.
Esto fue en el 79 y adelante. Mi época de oro pasó hace muchos años. Muchos piensan que todavía voy a correr como antes, pero esa época me pasó hace más de treinta años. Sierre-Zinal me abrió muchas puertas y ahora lo que hago es que la gente me invita por aquí y por allá para ir a carreras y lugares distintos. Pero yo soy muy básico, nada de lujos ni trato como si fuera una estrella. De la noche a la mañana puede cambiar todo, así que hay que tomárselo con respeto y con cuidado.
Al fin y al cabo lo que más me gusta de las carreras que he hecho es el ambiente y la gente. Las diferentes culturas que uno conoce y los lugares. Las amistades que he hecho mundialmente. Las carreras y las estadísticas se olvidan. Pero las amistades no. Eso es lo mejor. Es una gran educación. Puedes acercarte a un lugar leyendo en libros y viendo mapas pero si estás ahí es mucho más mágico y auténtico.

- ¿Has tenido lesiones?
He tenido varias. De rodilla, ciática y musculares. Es inevitable para un corredor. Si entrenas a un nivel muy alto es inevitable. Hay que tener cuidado con las lesiones y respetarlas, tomando todo el tiempo necesario para recuperarse. La más grave que tuve fue por ocho meses. No podía correr, pero podía ir en bici y nadar.

- Hiciste otro tipo de trabajo físico para no perder forma.
Sí. Si un corredor está lesionado pero puede nadar o caminar, debe hacerlo porque no pierdes tanto tiempo y regresas a las carreras mucho mejor. El cuerpo es increíble en su velocidad de recuperación cuando uno es joven, si te lesionas siendo mayor lo tienes mucho más complicado.

- Se suele decir que se corre con y contra uno mismo. Con la intención de querer superarse.
A veces sí, pero depende de las condiciones, del tiempo. Tienes que enfrentarte a los retos según cómo estás. Hay que pensar en ir adelante pero hay que vivir el momento, eso es muy importante. Por ejemplo yo como maestro lo que decía en mis lecciones que venían del mundo de la montaña, es que cada uno tiene que prepararse lo mejor que pueda para hacer siempre un buen trabajo, en lo que sea. Hay que hacer las cosas bien. Si hay cambios, hay que estar preparado y ser flexible de pensamiento. Tenemos que dedicarle el tiempo necesario y sufrirlo lo que haga falta y a veces se gana y muchas otras se pierde. La mayoría de las carreras las he perdido. Pero a veces uno tiene su día de gloria.
También es muy importante para mi animar a los jóvenes, no pensar en la época de oro que hemos vivido, sino pensar en el futuro de la educación. Hay que ayudarles y animarles a que hagan deporte. Y decirles la verdad, que no va a ser fácil. Es cuestión de tomarse esa trayectoria con paciencia y con calma. Ahora los jóvenes empiezan muy temprano a recorrer grandes distancias y no es bueno. No hay que compararse con los mejores.

- Hay cosas que necesitan un gran esfuerzo. SI dedicas mucho tiempo a correr, ¿participar en carreras compensa?
Lo importante es la experiencia y escuchar el cuerpo, preguntarse “¿cómo me encuentro?”. Con el tiempo uno se conoce muy bien, pero es un proceso largo, no es como un velocista, un corredor de larga distancia necesita mucho más tiempo. Se puede seguir creciendo como corredor con más de cuarenta años. Hay que respetar el deporte.

- ¿Se nace corredor?
Es un gran misterio. Para mi es una gran pregunta. Personalmente no sé qué pensar. Creo que tiene que ver con la vida y las circunstancias de las personas. A veces descubrimos talentos que no conocíamos. Quizá alguien te abre la puerta de este deporte y descubres que se te da bien.
Hay muchos escritores o pintores que empiezan ya de mayores. Nunca sabes los talentos que tienes hasta que lo pruebas. Tienes que encontrarte con alguien o que te pase algo muy fuerte y eso te inspira, te cambia la manera de pensar y empiezas a correr. Es muy misterioso. Puedo fingir que tengo la respuesta pero en realidad me parece que nadie la tiene. Sin la pasión por algo, seguro que no vas a ser bueno eso sí que está claro.