"Lo importante es ponerle interés a las cosas que verdaderamente te gustan"
Carlos Soria regresa sonriente del Himalaya tras completar uno de los retos que tenía pendientes en relación con los ochomil. Llegó a la cumbre del Kangchenjunga, una montaña que se le resistió una vez y que tenía apuntada en un lugar destacado de su lista de cimas de ochomil. Hablamos con él para que nos cuente más sobre él mismo y sus expediciones en el mundo del alpinismo.
- ¿Cuándo empezó su relación con la montaña?
Mi relación con la montaña empezó muy pronto. A los 14 años, en unas vacaciones que me fui con un amigo a la Sierra de Guadarrama. Y ya no la he dejado nunca.
- ¿Cómo se prepara las expediciones?
Las expediciones son muy fáciles hoy en día de preparar no es como antiguamente. No hay ningún problema para prepararlas, conozco mucha gente y en media hora puedo preparar una expedición. Otra cosa es cómo se prepara uno para la expedición, eso es distinto. Hay que seguir un entrenamiento, como es lógico, muy intenso. Pero lo he hecho toda mi vida lo de entrenar. Ahora un poco mejor porque estoy jubilado y tengo más tiempo. Además tengo un entrenador personal que me ayuda. Mi entrenamiento consiste en hacer bicicleta de carretera que es la que más me gusta. Ya no corro a pie porque no me va bien para las rodillas. Condición física con equilibrios y luego ascensiones, escaladas y cuestas. También hago algo de bicicleta de montaña pero menos. Entreno a 50 kilómetros de Madrid donde vivo, así que ahora es más fácil.
- ¿Cómo le ayuda el patrocinio BBVA?
Ahora mismo el apoyo de BBVA es absolutamente total. Se encargan de todas mis expediciones y se ocupan de toda la gente que viene conmigo, como por ejemplo los cámaras. La verdad es que esta expedición en el Kangchenjunga ha ido muy bien y voy a guardar un recuerdo magnífico. Ha sido una expedición perfecta, en parte gracias a ellos.
- ¿Los alpinistas sois esclavos de los récords y las gestas?
No yo creo que esclavos no. La esencia del alpinismo, no es ni mucho menos esa. Lo que sí hay es la idea de los récords con uno mismo, que son más normales. Es más importante porque se trata de una lucha con uno mismo.
Hay gente que sí puede estar obsesionada con un récord. Un poco puede existir esa obsesión pero no demasiado. Yo tengo muy fácil lo de los récords porque salen solos pero no lo hago por ellos, lo hago porque sigo haciendo lo que me gusta y me gusta desde hace muchísimo tiempo. Siempre hay gente a quien le interesa subir por un lugar por donde nadie ha subido. Yo por ejemplo lo hice subiendo el Dome Khan, donde no había estado nadie y realmente es muy agradable porque estás como en los viejos tiempos buscando nuevas montañas vírgenes. Pero no es por el récord, simplemente es una aventura.
- Nadie había llegado a la cumbre. ¿Qué tiene de especial?
Está en un lugar muy alejado, relativamente cerca del Kanchenjunga, haciendo frontera con Nepal y el Tibet y es una montaña que perseguimos durante tres años y que buscábamos como explorarla, por dónde empezar a subirla y fue una aventura fantástica. Técnicamente no es excesivamente complicada pero con la altura sí, tiene una parte de escalada con nieve dura interesante.
- Ha estado en la cumbre de 10 montañas de más de 8.000 metros con 60 años de edad o más. ¿Cree que para disfrutar la montaña a ese nivel no hay edades?
Yo creo que no hay edad para la montaña. Hay una condición física y una salud que son necesarias, pero por la edad nadie tiene que renunciar a la montaña ni a nada. Otra cosa es que no puedas por otros impedimentos.
- Usted hace cosas que parecen extraordinarias.
La gente puede ser extraordinaria haga lo que haga. Cualquier cosa se puede hacer de forma mediocre o extraordinaria. Lo importante es ponerle interés a las cosas que verdaderamente a uno le gusten. Y así es muy fácil.
- ¿Le gusta escalar solo? ¿Acompañado?
Me gusta ir con amigos pero también me gusta mucho ir solo. Y he estado en algunos sitios un poco complicados en solitario. Pero no es lo ideal. Lo ideal es ir con amigos y pasarlo muy bien, pero de vez en cuando a mí me gusta escalar solo.
- ¿Cree en una vinculación real con la montaña?
Tanto si vas con amigos como en solitario, siempre te vinculas con la montaña. La montaña es muy fuerte y es lo más importante. Aunque si vas solo notas muchas más cosas porque tienes una atención totalmente distinta a cuando estás con otros compañeros.
- ¿Recuerda la llegada a la cima de su primer ochomil?
Perfectamente. Fue el Nanga Parbat. Fue una montaña en la que llegué muy tarde a la cumbre, hacia las 5 de la tarde. En la bajada tuvimos complicaciones porque se nos hizo de noche y se habían borrado las huellas y no encontrábamos la tienda de campaña.
- ¿Qué pensó en la cima?
Al llegar a la cumbre yo siempre pienso en bajar. Hay mucho tiempo para pensar en esas cosas durante la expedición, durante la ascensión y durante el descenso. La bajada siempre es bastante complicada, mucho más que la subida y lo que me importa en el momento de estar en la cumbre es pensar ya en la bajada.
- Algunos dicen que no se hace cumbre hasta que ya has bajado de la montaña.
Sí. Estoy totalmente de acuerdo con esa afirmación. Lo de extasiarse en la cumbre está muy bien pero a mí lo que me importa es bajar entero y cuando bajo al campo base es cuando siento que he conseguido subir aquella montaña.
- ¿Tiene una montaña favorita?
Tengo muchas montañas favoritas. Hay muchas que me encantan y que he repetido muchas veces. Aunque siempre hay una que destaca. La primera que visité del Himalaya en el año 1973, que no conseguí subir hasta 37 años después, el Manaslu. Además tiene un pueblecito en la base, Sama con el que estoy muy vinculado porque ayudamos a su escuela, hicimos muchísimas cosas. Aquel sitio es muy importante para mí. Y la verdad es que el Kangchenjunga, me ha parecido una montaña impresionante y absolutamente maravillosa.
- Le quedan muy pocas cumbres de ochomil para pisar.
Yo cuento que me quedan tres porque del Shisha Pagma yo hice la cumbre central y queda aún la otra cumbre con unos metros más, a la que tengo intención de ir en otoño y me gustaría subir a la cumbre principal. Las otras dos voy a intentar hacerlas en Primavera, intentando incluso hacerlas las dos si es posible, pero todo eso aún está un poco lejano.
Espero que para entonces siga teniendo las mismas ganas y la misma motivación que tengo ahora. Seguro que sí.