Guía para realizar la Alta Ruta del Monte Rosa
Zermatt cuenta en sus alrededores con más de 29 montañas que superan los 4000 mil metros. Elegir entre ellas puede ser una difícil tarea por lo que la Alta Ruta del Monte Rosa puede ser una buena manera de conocer estas imponentes cimas.
El “Spaghetti Tour”, como se le conoce en su versión más coloquial, es uno de los recorridos más clásicos que se pueden realizar en el Valais alpino. Se trata de un recorrido exigente que discurre por encima de los 3.500 metros y permite, según nuestras fuerzas, alcanzar un buen número de cuatromiles como el Breithorn, el Rocca Niera, el Pollux, el Castor, el Naso, la Pirámide Vincent, el Ludwingsoe, el Parrot, el Gniffetti, el Zumstein o la difícil Punta Doufor.
La ruta está pensada para recorrer todo el circo glaciar oriental del valle de Zermatt utilizando los refugios guardados que existen: Guide de Ayas, Quintinno Sella, Gnifetti y Margarita, además del Mantova y del Monte Rosa que pueden ser útiles si surge algún imprevisto. No obstante hay también varios refugios-vivac libres que pueden usarse si estamos dispuestos a sumar algún kilo a la mochila.
Aunque su punto de partida se sitúa en Suiza, la gran parte de la travesía discurre por la vertiente italiana de estas montañas. La previsión meteorológica para completar este tour con éxito es fundamental ya que deberemos contar con días de margen si no queremos quedar bloqueados o tener que salir por Italia, cuestión larga y compleja.
El número de jornadas es variable y todo depende de nuestras expectativas y forma física, aunque lo normal es dedicar unas 5 jornadas para completar el circuito.
Salida
El comienzo de la ruta es en Zermatt, bella población pero que nos dejara un inolvidable recuerdo, y que también marcará el final del recorrido. Para llegar a Zermatt deberemos parar en Tasch, donde se dejaremos nuestro vehículo, dado que el acceso a Zermatt sólo se puede hacer en tren o taxi.
1º Jornada
La alta ruta comienza con la subida previa en la cadena de teleféricos que, primero a Zuri y luego hasta el Klein Mattherhorn, nos dejan a al pie del primer coloso de cuatro mil metros: el Breithorn.
Esta primera cita nos permite alcanzar nuestras dos primeras cimas y después deberemos descender hasta la huella y continuar por la parte italiana hasta las proximidades del Rocca Niera y Pollux, donde si vamos bien de horario acometeremos su subida o en caso contrario nos dirigiremos directamente al refugio de Guide de Ayas.
2ª Jornada
La segunda jornada es la más obligada y para su consecución es necesaria contar con unas buenas condiciones de nieve y meteo, dado que hay que superar obligatoriamente la cima del Castor. Además luego deberemos descender hasta el refugio Quintinno Sella.
En función de la meteorologíao o de nuestros planes es posible alargar la jornada y continuarla hasta Gnifetti, superando de esta manera el paso más técnico de esta ruta: el paso de Il Naso, un hueso duro si no se encuentra en unas buenas condiciones o presenta nieve helada.
El descenso del paso de Naso, se presenta delicado y debemos buscar el marcado espolón (atención a los palos que sirven como indicadores) que nos lleva hasta el glaciar. Este glaciar está bastante agrietado y se deben extremar las medidas de seguridad.
Es recomendable perder el tiempo necesario en alcanzar la Pirámide de Vincent, una bella y fácil cima que no nos va a costar más de 40 minutos. El descenso hasta la cabaña Gnifetti no presenta problemas y sus instalaciones nos van a dar la comodidad de un merecido descanso.
3ª Jornada
La siguiente jornada nos va a deparar la llegada al refugio de Margarita, el más alto de los Alpes, es una experiencia inolvidable pese a su altura (4.525 m.), que puede causarnos alguna molestia física. En el camino hasta allí podremos ascender a la punta Parrot y Ludwingsoe, dos cercanas cimas con una bonita arista.
Esta jornada aparentemente sencilla puede convertirse en una pesadilla si la meteorología se pone complicada.
4ª Jornada
En la última jornada sólo queda ascender a la punta Zumstein y disfrutar de las vistas del valle de Alagna y su vertiginoso desnivel, uno de los mayores dé los Alpes.
Desde esta bella cima sólo nos quedará descender por el Glaciar de Gletcher, muy agrietado y que requerirá de una gran atención, hasta el refugio del Monte Rosa. Allí podemos hacer un alto o continuar, según nuestras fuerzas, por el glaciar hasta la estación del tren cremallera de Robboden que nos llevará de nuevo a Zermatt. Se trata de una larga y dura jornada.
Un día de margen
Es importante reservar para modificaciones al programa base por las inclemencias del tiempo, para partir la 2ª jornada o para desdoblar así mismo la última y descansar una noche extra en el refugio del Monte Rosa.
Esta ruta requiere de unos buenos conocimientos de orientación así como de una sólida formación técnica en progresión glaciar, su aparente facilidad esconde un recorrido serio y severo en un terreno de alta montaña.