El flechazo de Berta Martín
¿Qué lleva a un montañero a dar el salto a la escalada deportiva en recintos cubiertos?, «En mi caso el espíritu competitivo que tengo desde pequeña», aseguró Berta Martín, una de las invitadas en la Semana Internacional de Montaña de Gijón.
Berta estaba predestinada para la escalada, «mis padres se conocieron en la montaña» desveló. Esta catalana de 35 años ha sido campeona de España de bloque en cinco ocasiones pero «vivir de esto es imposible, tienes que saber vender muy bien tu producto, salir y exponerlo pero eso implica perder mucho tiempo de entrenamiento, habría que encontrar un equilibrio. Tal vez Ramón Julián que ha ganado el Campeonato del Mundo pero aún así no es nada fácil porque seguro que depende mucho de lo que gane en las competiciones», reconoce.
«Cuando empecé a competir la escalada deportiva era muy reciente en España. Conocí a los que la introdujeron y prácticamente todos venían de la montaña. Hoy esto no es así, hay gente que empieza directamente en los rocódromos y compitiendo cada poco. Antes había un componente tal vez más romántico» asegura Berta Martín. Aunque ella siempre fue a la montaña, a los 16 años conoció la escalada deportiva «y fue un flechazo, un amor a primera vista sin saber muy bien que suponía pero si tenía claro que era lo que quería hacer».
Berta Martín ha practicado las dos modalidades: escalada deportiva y bloque y en las dos ha logrado importantes éxitos pero «personalmente prefiero el bloque, tal vez sea por mi constitución física, soy más explosiva y menos resistente. He ganado dos copas de dificultad pero me han costado mucho aunque también me han ilusionado más que los otros triunfos. Mi pasión es la progresión ya sea en bloque o en dificultad».
Berta tenía previsto ir dejando la competición «pero este año he competido más que nunca, creo que es más por inercia y además me están saliendo las cosas bien. No hay que olvidar que es mi principal fuente de ingresos». Pero también compagina las competiciones con la enseñanza a las nuevas generaciones. «Tengo un rocódromo en Esparraguera y hemos estado muy centrados en los niños y ha sido muy divertido. He aprendido mucho de la capacidad que tienen los niños para entrenar y esforzarse y compiten entre ellos sin ningún tipo de maldad ni resentimiento, me lo he pasado muy bien».
La presencia de Berta Martín en actividades como la Semana Internacional de Gijón no es habitual pero su marido es fotógrafo y había reunido mucho material sobre ella con el que hizo un documental «muy simple, pero ahora estamos motivados en hacer algo más complejo de lo que mostraremos aquí, quiero implicarme más en este tipo de actividades».
Berta es habitual en Asturias «he competido mucho aquí, me ha gustado mucho una que hicimos en la plaza del Ayuntamiento de Avilés y otra en Luanco, eran al aire libre y eso supone que hay más público que se acerca y te sientes más arropado que cuando las competiciones son en un pabellón».
Información de La Nueva España