Tomas Franchini subió en soliario el Lamo She de China

Tomas Franchini tocó en solitario la cara oriental de Lamo She, hasta entonces sin escalar, en China. El alpinista italiano había llegado a la base del pico de 6070 m con su compañero de escalada Pietro Picco y juntos sentaron las bases para el ascenso de Franchini, que surgió siguiendo su instinto y después de lo que él describe como "una decisión importante". Este éxito se produce dos años después de su ascenso en solitario de West Face of Mount Edgar en China.

Ambos tuvieron suerte desde el principio, y es que descubrieron una pequeña pista utilizada por aquellos que buscan hierbas medicinales, lo que les permitió ingresar al valle. Sin esto, “hubiera sido prácticamente imposible, ya que el bosque era demasiado espeso”, declaró para Planet Mountain.

Gracias a esto se establecieron el campamento base, a unos 3.400 m, debajo del pedestal de la cara. Una tarea realmente complicada, y es que “llovió todos los días, y mantenerse en movimiento no fue fácil. En la aldea habíamos conocido a dos agricultores y juntos transportamos todo el equipo de montañismo y los alimentos durante un mes”.

El mal tiempo hizo que siempre estuvieran “empapados” en el campamento base. Algo que provocó que su compañero Pietro abandonara la expedición. “Lo lamenté cuando decidió regresar a casa. Realmente no quería que volviera con un al recuerdo de este viaje, pero entendí su decisión, no podría haber hecho esto sin él”.

Y fue en ese momento cuando las cosas cambiaron. El italiano se puso en camino para buscar el enfoque más directo de la cara principal. “Habíamos depositado equipo a 4.400 metros y estaba muy lejos, también en términos de distancia. Estaba lejos del campamento y subí el pedestal y logré encontrar una ruta directa a la pared”.

Allí tuvo que tomar una decisión. Fue el único día que hizo buen tiempo, “pero no tenía el equipo correcto conmigo. Así que escalé lo más rápido posible. Cuando llegue a la cima, eran aproximadamente las 7:00 pm y empezó a entrar el mal tiempo”.

Una situación de riesgo, pues Tomas Franchini no tenía material para un campamento, ni para una estufa. Como sentía frio decidió seguir descendiendo. “Vino la niebla y me perdí un poco. Me refugié detrás de una roca y descansé unas horas, luego regresé al campo base”.