Lina Quesada y Pilar Agudo coronaron la cumbre secundaria del Broad Peak
Fue junto a Lina Quesada a la expedición al Broad Peak. Hicieron cumbre, pero no a las 8.047 metros, y sí a los 8.035 -cumbre secundaria- que marca el certificado expedido en el club alpino en Islamabad. Ambas pensaron que era la principal, pero aclararon a través de sus redes sociales el matiz. Aún así, Pilar Agudo es feliz. Como ella explica, "solo vengo a disfrutar de cada minuto. Ahora, con el certificado espero poder contar con permisos laborales para realizar las próximas expediciones". "Pero sin patrocinadores será prácticamente imposible afrontar nuevos proyectos", subraya.
- ¿Qué supone este reto?
Es importante destacar que no vengo a la montaña a superar retos, sino a escalar y a disfrutar de cada minuto, ya sea en la cumbre o en el Campo 1. En este caso lo que me supone esta cumbre es reconocimiento deportivo y social, ojalá suponga un certificado que me permita, para próximas expediciones, pedir permiso en el trabajo. Personalmente hacer cumbre es algo más, importante porque lo disfrutas pero escalar entre campo y campo ya es de por sí muy exigente. Para mí el reto más complicado de esta expedición ha sido obtener permiso en mi trabajo para poder estar aquí en la temporada de escalada, aún no sé qué consecuencias va a tener pero me merece la pena sin dudarlo. También ahorrar el dinero necesario. Entre las ayudas del Ayuntamiento de Ronda, Alventus Viajes y Deportemanía, a los que les estoy muy agradecida, he podido cubrir un 5% del presupuesto.
- ¿Cómo ha ido todo, a punto ya de iniciar el regreso a España?
Estupendamente. He disfrutado desde el primer momento. En el Campo Base estábamos a gusto, con tiempo para leer y descansar y muy bien atendidas por el personal de KTP, nuestra agencia de servicios en CB. Había otras expediciones así que entre cafés y tés la estancia ha sido muy agradable. En la montaña he disfrutado mucho de la nieve, los tramos técnicos, los campos de altura en un emplazamiento espectacular, la arista cimera, la soledad... Sufrí un accidente por caída de rocas el 14 de julio, yendo por segunda vez hasta el Campo 2, no le dí importancia así que como si no hubiera pasado nada. Ya sabemos que los problemas respiratorios y los resfriados son normales, no debemos quejarnos de eso.
- ¿Qué sensaciones tuviste durante la ascensión?
Físicamente, arriba sientes fatiga, las pulsaciones se elevan a tope en un sprint que dura horas y horas... pero es curioso porque íbamos muy rápido y no se me ocurrió bajar el ritmo o parar a descansar... quizás porque tenía miedo a enfriarme. El día de cumbre estaba agobiada porque no llegaba el amanecer, la noche era muy oscura y llevaba horas mirando el trocito de nieve que alumbra el frontal. Cuando hubo un poquito de luz me ví entre la cumbre, el glaciar, el K2...!qué maravilla! Emocionalmente, lo que yo siento en la montaña es que estoy en mi sitio y estoy en paz, el tiempo pasa volando, no me da tiempo a pensar... estoy concentrada y abstraída en una especie de nirvana que me encanta (ya sé que esto suena fatal). Recuerdo especialmente que el descenso en solitario tras cumbre desde el C3 lo disfruté muchísimo. Era tempranito, toda la montaña para mí sola, disfrutando de cada paso, cada vista... y concentrada en no meter la pata pues iba sola muy cansada y muy cargada.
- ¿Y algún momento duro?
Momentos de sufrimiento: el momento más duro fue la primera ascensión al C1, aún sin aclimatar, con muchos tramos expuestos sin cuerda aún, sin conocer la vía y cargadísimas. Me da mucha pena volver, esto está lleno de mil montañas preciosas que me llaman tentadoramente. Me ha dado un bajón al dejar la montaña atrás.
- Ya regresáis a España. A partir de ahora ...
Yo los llamo proyectos pues me lo paso igual de bien indistintamente del resultado final. Cada día un proyecto apetecible, aunque sea subir corriendo al Torrecilla por la mañana y no llegar tarde al trabajo. Pero una de las ilusiones de mi vida: Montañas Vírgenes (primeras, como se dice en alpinismo), un 6.400 técnico en Nepal en Abril, un 7.000 Virgen en Pakistán en verano 2015, mi ochomil favorito algún día: el Makalu. Este invierno me gustaría hacer el Ojos del Salado, Mercedario y ya que estoy, el Aconcagua otra vez, con gente de Ronda y quien se apunte. Pero necesitamos patrocinadores, de lo contrario es prácticamente imposible realizar todos estos proyectos.