La Val d’Aran quiere ser un destino sostenible y responsable

El primer paso para obtener la certificación ha sido la firma de la Carta de Turismo Responsable de la UNESCO que otorga el Instituto de turismo Responsable (ITR), fundación asociada a las Naciones Unidas y a la Organización Mundial del Turismo, siendo miembro del consejo Global de Turismo Sostenible, y por la que la Val d’Aran se compromete a cumplir unas premisas.
De manera paralela, el valle ha comenzado ya a elaborar la memoria de sostenibilidad del destino, con la implicación y colaboración de los diferentes ayuntamiento y de Conselh Generau d’Aran. El objetivo es, según reconocen desde el valle, alcanzar un estatus de sostenibilidad único que permita al territorio aranés posicionarse como un destino de excelencia, tanto en el mercado nacional como en el internacional. Se espera tener la memoria finalizada para enero del próximo año.
En la actualidad solo cuatro destinos españoles se encuentran inmersos en la obtención de esta certificación, o ya la han logrado, además de la Val d’Aran: Barcelona, Gijón y la isla de La Palma. Por ello, desde el valle pirenaico se destaca que la certificación Biosphere le situará “en una posición estratégica avanzada respecto a otros competidores”.
Así recuerdan que el sello acreditado por la UNESCO, La Val d’Aran busca poner en valor el medio ambiente como uno de los grandes patrimonios del territorio, así como del patrimonio cultural local que se ha conservado a lo largo de los siglos y que son un reclamo destacado para la recepción de nuevos visitantes. Es decir, “que fuera de nuestras fronteras pueda ser reconocido como un destino turístico ejemplar”, señalan.