Txikon regresa feliz, pero con dudas, de la cumbre del Nuptse
Durante la jornada de ayer, el alpinista vasco Alex Txikon completó su primera ascensión de esta primavera en el Himalaya llegando a la cima central del Nuptse junto a un grupo internacional de alpinistas. El acceso a la próxima cima principal -se quedaron a unos 30 metros- era extremadamente peligroso por lo que decidió descender hasta el C2 donde arrancará próximamente el ataque al Lhotse.
“Yo estoy contento, feliz, orgulloso del trabajo realizado. Estoy ahora mismo con la sensación de haber hecho cumbre. Todos mis compañeros de cordada están celebrando la cumbre, y eso que no han llegado tan arriba como yo. Yo he llegado hasta donde humanamente era posible, hasta 30 metros de distancia de la cumbre principal, ni 10 metros por debajo, pero la arista cimera era una caída segura al vacío: estaba hueca por dentro. Pasar por allí era condenarse a un final trágico, y bastantes tragedias hemos tenido ya esta semana. Yo tengo esa sensación de cumbre, pero que sea Mrs. Hawley la que decida. Por suerte, la alpinista alemana que ha subido con nosotros es su asistenta, y ha sacado fotos y ha grabado un vídeo. Así que será Mrs. Hawley quien decidirá la próxima semana, cuando volvamos a Katmandú. Aunque respetaré su decisión, la satisfacción y la alegría que tengo dentro no me la quita nadie”.
Hablaba Alex Txikon, líder de ‘Bizkaia Gailurretan/Bilbotik Lhotsera Euskaraz’, a las 19:05 horas de ayer en Nepal (cuatro horas menos), desde una tienda instalada en el Campo III del Nuptse, a 6.850 metros de altitud, punto final de una jornada extremadamente larga y exigente. Unas horas antes, la conexión telefónica había sido realizada desde la misma cima central del Nuptse (7.861 metros). “Estoy aquí solo, ahora llegan mis compañeros. No nos queda nada hasta la cumbre, unos 30 metros, pero me temo que está imposible seguir. Es una caída segura… o casi. Si alguien me acompaña, quiero intentarlo. Si no, para mí esto es más que suficiente. Veo la arista del Lhotse, espectacular, preciosa”. Diez minutos más tarde, Alex optaba por regresar al CIII. “Estamos aquí mismo, en la cumbre, pero no se puede seguir. La arista es tan venteada que está vacía por dentro, en cuanto la pisemos se cae, y no te quiero ni contar cuántos metros hay desde aquí para abajo… Estoy aquí solo, y solo no voy a ninguna parte. Es una caída segura”.
Uno de los eslóganes de los proyectos de Alex Txikon reza así: “El éxito es tu respuesta a la decepción”. Y el deportista vizcaíno está decidido a predicar con el ejemplo. Lejos de dejarse afectar por el hecho de no poder celebrar ya hoy la primera ascensión de la historia de un montañero vasco al Nuptse (decidirá, como tantas otras veces, la señora Hawley), Alex afronta con una ilusión contagiosa su próximo reto, que es ya inminente: la cima del Lhotse (8.516 metros). “Mañana bajaré al Campo II, y allí espero juntarme con Juanra Madariaga y Jorge Salazar, con los que no he podido contactar por el momento. Si no es mañana, nos juntaremos el sábado. Y el día 20, para arriba, a por el Lhotse. La previsión da una ventana de buen tiempo los días 20, 21 y 22. Yo estoy con muchísimas ganas y me siento muy, muy fuerte. El Lhotse es una montaña altísima y en absoluto la voy a menospreciar, pero es una montaña diferente al Nuptse: mientras aquí hemos tenido que escalar muchísimo, allí habrá mucha cuerda. Soy muy optimista”.