Guías aragoneses de barrancos denuncian el intrusismo de empresas extranjeras
La temporada de descenso de barrancos ha arrancado ya en la provincia de Huesca. Y aunque las condiciones de los cañones son «excepcionales» por la gran cantidad de agua que llevan procedente del deshielo, de momento las empresas del sector se muestran pesimistas ya que la mayoría están notando un acusado descenso de clientes.
A todo ello se une también que tienen que hacer frente no solo a la fuerte competencia surgida en los últimos años con el auge de esta práctica, sino también al intrusismo irregular de empresas extranjeras de Francia, Bélgica, Holanda e incluso Alemania que incumplen sistemáticamente las normas de seguros, equipamiento y ratios máximas, además de no pagar impuestos en Aragón.
«Hay muchos días que en el barranco de Miraval puede haber más de 500 personas con guías y no llegamos al 10% los que llevamos clientes españoles», asegura Tete Mozota, de la empresa TT Aventura de Aínsa, quien denuncia que estas empresas extranjeras se «saltan» todas las normativas «y no tienen ningún respeto por la actividad». Por ello, critica que los servicios de inspección no tomen cartas en el asunto. «Solo vienen a las que estamos legales pero las demás pueden trabajar de cualquier manera», añade.
Santiago Santamaría, de la empresa Vertientes Aventura de Alquézar, afirma que el intrusismo en la Sierra de Guara es «más exagerado» que en el Pirineo ya que en su caso la temporada de barrancos es mucho más larga porque comienza en Semana Santa y se puede prolongar hasta octubre o noviembre. «Yo he llegado a ver dentro del Vero a 55 personas que habían venido en autobús desde Saint Lary, al otro lado del túnel de Bielsa, con solo dos guías cuando la normativa exige uno por cada 10 clientes», subraya.
Además, Santamaría también denuncia que estas empresas francesas no cumplen con las normas de seguridad ni con los seguros de responsabilidad civil «con lo cual estamos en desventaja». Este empresario, además, asegura que desde hace años una compañía gala cofinanciada con fondos públicos monta una base en Guara y vende paquetes de barrancos «a precios imbatibles», y que incluso hay asociaciones y clubes franceses con oficinas abiertas que operan como empresas pero sin pagar impuestos al estar consideradas sin ánimo de lucro, «con lo que en menos tiempo hacen el doble de dinero».
Con todo, deja claro que no hay que «criminalizar» a los turistas franceses «porque son nuestro principal cliente». Y recuerda que también que hay guías galos que trabajan de autónomos en Guara pagando sus impuestos como el resto de empresas locales.
«Se ven barbaridades»
Alain Andrés, de la Compañía de Guías de Montaña de Torla, también ha sido testigo de la actuación de estas firmas extranjeras. «Poco a poco se están poniendo al día, pero en temporada alta ves barbaridades porque no cumplen los ratios, los clientes no van debidamente equipados y a la hora del descenso más vale mirar para otro lado porque cometen muchísimas imprudencias», afirma.
Y se queja de que mientras a un guía español de alta montaña se le exija para llevar clientes a los Alpes (solo españoles) una acreditación internacional que tiene que recibir el visto bueno del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, como es su caso, «estas empresas llegan a montar campamentos en cámpines del Pirineo con lavaderos de neoprenos y captan clientes españoles». «No pagan sus impuestos aquí, no están bajo la normativa española y encima nos están haciendo esa competencia desleal», critica Alain Andrés, quien incide en el «daño» que hace esta falta de controles «porque estamos perdiendo un segmento muy importante de turismo», recalca.
Mientras, Jesús Sáiz, de la empresa Pirineo Aventura radicada en Panticosa, también reclama que se vigile más el intrusismo no solo de empresas sino también de guías que se hacen pasar por profesionales, una práctica que «está aumentando como consecuencia de la crisis», advierte.
A este respecto, Sáiz hace un llamamiento a los aficionados al barranquismo para que contraten siempre empresas tituladas «porque el 99% de los accidentes que ocurren en los barrancos se producen sin profesionales, cuando la gente se mete por su cuenta o con alguien que deportivamente conoce la actividad pero no es un experto con lo cual si ocurre un fallo humano o cualquier circunstancia, no sabe actuar», resalta. Además, recuerda que en estos casos se suele realizar la actividad sin ningún seguro que cubra un posible accidente «y solo por ahorrarse los 7 euros que cuesta».
Los empresarios coinciden en lamentar que la temporada ha comenzado «más floja» que otros años. «Es paradójico porque los barrancos están en unas condiciones excepcionales y de hecho tenemos la temporada prácticamente garantizada, pero por ahora ha arrancado muy despacio», afirma Santiago Santamaría. Opinión muy similar a la de José María Martínez, de Ésera Aventura: «La contratación está siendo más floja que otros años y eso que las mejores condiciones para el barranquismo se dan ahora». También Tete Mozota admite que «no tenemos ni la mitad de movimiento que otros años».
Duras críticas a la subida del IVA
Por último, desde el sector critican duramente el impacto que les ha supuesto la subida del IVA del 8 al 21%. En unos casos han optado por mantener los precios. «Yo no los he tocado, pero los descuentos que hago son menores», indica Jesús Sáiz. Mientras, Tete Mozota ha decidido ofrecer un «valor añadido» incluyendo otros 'extras' en la actividad. Pero también hay quien los ha subido, como Alain Andrés, quien asegura «no me queda más remedio si tengo que pagar el gasoil, los impuestos, los seguros y los guías».
Información de Rubén Darío Núñez para El Heraldo de Aragón