El esquí y la formación predominan en la tercera concentración del EEA
El Pirineo aragonés recibió al EEA del 28 de marzo al 1 de abril, en plena Semana Santa. Los chicos tenían la mirada puesta en el esquí de montaña y el alpinismo pero, como siempre, la montaña tiene la última palabra, y las condiciones obligaron un cambio prudente de estrategia, primando al final más el esquí que el alpinismo.
Fue una concentración con mayor contenido docente que las otras, con unos resultados muy satisfactorios a pesar de las pésimas condiciones y el mal tiempo. La idea inicial era enlazar varias caras nortes de dificultad moderada desplazándose con los esquís de montaña en la zona de Gavarnie y Vignemale, pero las condiciones adversas y el mal tiempo pidieron prudencia al grupo, aprendiendo de las decisiones y elecciones en las actividades.
Se realizaron 2 salidas notables de esquí de montaña: una en el barranco del Turbón (hacia el Pico Otal 2.709 m) y otra circular entre los valles de Ordiso y Otal, partiendo en las dos ocasiones de Bujaruelo (Valle de Ara). Los dos días presentaron una mala climatología con lluvia y poca visibilidad a la salida, pero el grupo aprovechó las escasas horas de duración de las ventanas de buen tiempo.
Los integrantes del EEA practicaron con en el manejo del GPS y realizaron técnicas de orientación, también esquiaron en Panticosa y trabajaron el descenso. Con una mejora del tiempo al final de la concentración, el Equipo pudo ascender con esquís al Pico Salchacollons (2.702 m), desde el embalse de la Sarra, al que descendió desde la cumbre. Ángel Zabalza, Técnico en Esquí de Montaña, acompañó al grupo en esta ocasión, para compartir su dilatado conocimiento con todos los miembros del EEA.
Información de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada

