El deshielo del Ártico hace peligrar el oso y el turismo de nieve
El deshielo del Ártico podría tener devastadoras consecuencias en nuestro país, según ha denunciado Greenpeace. Entre otras, podría suponer desaparecer el hábitat del oso pardo y el turismo de nieve, por la regresión de los glaciares pirenaicos que, como recuerda la organización ecologista, “ha sido del 40% en la última década”. Otros impactos en nuestro país a causa del deshielo serían el aumento de precipitaciones, el déficit hídrico, el aumento de incendios e inundaciones, la subida del nivel del mar o el aumento de las temperaturas.
Estas predicciones forman parte de las conclusiones del estudio El Ártico y los efectos del cambio climático, que ha elaborado Greenpeace para estudiar los efectos que la desaparición del hielo ártico, como consecuencia del cambio climático y la explotación petrolífera, puede tener en nuestro país a pesar de estar a 5.000 kilómetros de distancia. Algo que ha motivado a la asociación a iniciar la campaña “Salvar el Ártico es salvar mucho más”.
Las previsiones que maneja la asociación son desalentadoras. Los informes de los expertos auguran que el Ártico podría quedar libre de hielo marino durante el verano dentro de diez años o a lo sumo dos décadas. Según el informe, la influencia en la biología y en la distribución de las especies del cambio climático podría favorecer la expansión de plagas, como la procesionaria, o de especies invasoras como las medusas en el Mediterráneo o el mejillón cebra, lo que distorsionará la habilidad competitiva de las especies y se modificaría la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas. En este mismo sentido, Greenpeace advierte de la más que posible pérdida del hábitat del oso pardo.
El deshielo afectará también a algunos sectores económicos y estratégicos de nuestro país, como la agricultura y la ganadería, debido al déficit de agua, el turismo de interior, a causa de las olas de calor y los incendios forestales, o el turismo de nieve, “por la regresión de los glaciares del Pirineo”. Un fenómeno, este último, que lleva años notándose en la cordillera. Como recordó la asociación, en la última década, estas masas heladas han tenido un retroceso del 40%.
Importancia del Ártico
Una de las responsables de Greenpeace, Pilar Marcos, explicó que los efectos del cambio climático preocupan en función del lugar de residencia, aunque ha precisado que "nunca 5.000 kilómetros estuvieron tan cerca”. Marcos recordó la importancia de proteger este territorio que, según señaló, "no es de nadie y debe ser patrimonio de la Humanidad".
Entre otras razones dadas por el colectivo para proteger el Ártico destacan que el hielo es reflectante de la luz del sol, lo que evita el calentamiento del mar; influye en las corrientes oceánicas del planeta, funciona como el aire acondicionado de la Tierra y constituye un sumidero de grandes cantidades de metano, uno de los gases causantes del efecto invernadero. También, según recoge el informe, suaviza los temporales y protege las costas cercanas.
Los científicos creen que un incremento de 1,5 grados podría conducir al derretimiento irreversible de la capa de hielo en Groenlandia. Si la subida fuera de 2 grados, las consecuencias serían catastróficas. Por ello el director ejecutivo de Greenpeace, Mario Rodríguez, indica que “la próxima crisis no será financiera sino climática y centrada en el modelo energético”.