Ordesa, toda una declaración
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido inicia su ascensión centenaria. Hoy cumple 94 años desde su declaración como Parque Nacional, el 16 de agosto de 1918. Junto al de la Montaña de Covadonga, fue uno de los primeros espacios protegidos del mundo, una decisión que seguía el modelo de Yellowstone, en EE. UU, el Parque Nacional más antiguo, que data de 1872.
En 2011, el número de visitantes a Ordesa y Monte Perdido fue de 612.500. Desde hace más de diez, esta cifra nunca ha bajado del medio millón, por lo que erige a este entorno natural como uno de los más visitados de España, entre los 14 parques nacionales que existen.
Lo que es hoy, y cómo llegó a serlo, no habría sido posible sin la pasión del parisino Lucien Briet, fotógrafo, escritor y pirineísta, y del senador Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa de Asturias y fundador de los Parques Nacionales en España.
La labor de ambos en favor de la divulgación y conservación de este entorno fue determinante para que el rey Alfonso XIII declarara, por real decreto, el Parque Nacional de Ordesa aquel 16 de agosto. Sin embargo, no se inauguró oficialmente hasta dos años después, en 1920.
A finales del siglo XVIII, el geógrafo francés Henry Reboul iniciaba las primeras mediciones de altitudes de las cumbres pirenaicas. A su vez, las publicaciones de Ramond de Carbonnières lograba atraer a numerosos viajeros de la época hasta Monte Perdido constituyéndose en pioneros del pirineísmo.
La mayor joya natural de Aragón
El entorno de Ordesa comprende los términos municipales de Bielsa, Fanlo, Puértolas, Tella-Sin, Torla y Broto, ubicados en la comarca del Sobrarbe. El Parque tiene una extensión de 15.608 hectáreas y su altitud se encuentra entre los 700 metros, en el río Vellós, y los 3.355 de la cima de Monte Perdido.
Además de sus grutas, simas y cañones, cuenta con el macizo calcáreo más elevado de Europa (Monte Perdido) y también es reseñable la diversidad de su flora y de su fauna, además de sus majestuosos glaciares, valles y circos.
Grandeza ampliada
En 1982, el Parque fue ampliado con la incorporación del Cañón de Añisclo, la garganta del Yaga, el circo de Pineta y el macizo de Monte Perdido. Este espacio protegido pertenece a la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala que la UNESCO declaró en 1977. También ha recibido sucesivos diplomas del Consejo de Europa (1988, 1993, 1998, 2003 y 2008) y es Patrimonio de la Humanidad desde 1997.
En noviembre de 2004 se traspasaron todas las competencias de gestión, hasta entonces compartidas con el Estado, al Gobierno de Aragón.
Una buena planificación
Para llegar al valle de Ordesa se debe pasar por Torla; a Pineta se llega desde Bielsa; el Cañón de Añisclo es accesible desde Escalona y al sector de Escuaín se llega desde Escuaín y Tella. Las carreteras N-260 entre Sabiñánigo y la A-138 entre Barbastro y Francia son las vías de acceso a todos los puntos señalados.
El refugio de Goriz es la mejor opción para alojarse dentro del Parque Nacional. En la zona, existe una completísima oferta de casas rurales y hoteles, además del Parador Nacional de Bielsa.
Se pueden realizar diversas rutas en función del desnivel, la duración de la etapa... y no solo para adultos. Lo mejor es planificar bien el recorrido y consultar en el centro de visitantes todas las dudas antes de comenzar una travesía.
Extremar la precaución es una de las normas esenciales a la hora de afrontar una excursión. No hay que olvidar que en la provincia de Huesca se dan numerosos accidentes de montaña. Solo en 2011 se realizaron 345 rescates. En lo que va de 2012, nueve personas han perdido la vida en siniestros de montañismo y barranquismo en la provincia oscense.
Tomar las medidas adecuadas y seguir la normativa del Parque es esencial para disfrutar plenamente de la belleza del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Y regresar una y otra vez.
Información extraída del Heraldo de Aragón