La accidentalidad disminuye en Aragón durante los primeros meses del año
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La Guardia Civil de Montaña ha realizado menos rescates en el Pirineo oscense durante los primeros cinco meses de este año que en el mismo periodo de 2011. Entre enero y mayo de 2012 los efectivos realizaron un total de 67 operaciones, con 88 personas atendidas, en las montañas y barrancos del Pirineo.
Hace un año la cifra de rescates fue de 89 intervenciones, habiéndose producido el un incremento del 6,5% en la accidentalidad de la cordillera pirenaica respecto a 2010. El dato menos positivo del balance, que se dio a conocer la semana pasada, es que este año se han registrado dos fallecidos más que en el mismo periodo de 2011. Del resto de rescatados, 35 resultaron estar ilesas y 48, heridas de diversa consideración. Por actividades, una vez más, las de alta montaña son las que acaparan el mayor número de intervenciones, 22 en total y 4 fallecidos, seguidas del senderismo, 11, y del descenso de barrancos, con 7 operaciones y un fallecido.
Los expertos achacan el descenso en la siniestralidad a las malas condiciones meteorológicas registradas los primeros cinco meses del año.
El balance de estos primeros meses fue efectuado por el teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil en la provincia, Carlos Crespo, y por la subdelegada del Gobierno en Huesca, María Teresa Lacruz, que aprovecharon la ocasión para comentar también los últimos resultados anuales de la siniestralidad en las montañas del Pirineo oscense.
Según los datos que facilitaron el año pasado se produjo un importante incremento, del 6,5% respecto al año anterior, aunque no en cuanto al número de fallecidos que descendió de los 31 que se registraron en 2010 a los 18 del año pasado. Además, el año pasado la Guardia Civil también notó un “preocupante” incremento de la siniestralidad en las actividades de senderismo, ya que supusieron un 25% del total y eso que en alta montaña se realizaron 109 operaciones de rescate del total de 345 que se acometieron.
Crespo recordó que uno de los mayores problemas es que hay gente que va a la montaña “sin tener una idea clara de lo que se van a encontrar”. Un desconocimiento que muchas veces desemboca en accidentes que no tienen porqué ser graves, como rozaduras, cansancio muscular o quemaduras, pero que pueden llegar a complicar el desarrollo de una actividad en la montaña.
Por ello, los expertos vuelven a recordar la necesidad de planificar previamente la actividad y realizarlas con las equipación adecuada y contrastar la información con los datos que se ofrecen sobre el terreno, especialmente la obtenida a través de internet, y con el objetivo de verificar que las condiciones se mantienen, ya que en el Pirineo, tanto en montaña como en los barrancos, varían rápida y bruscamente.
Información extraída de Pirineo Digital