Las plantas de alta montaña, 3 metros más cerca de las cimas
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Un estudio internacional ha detectado que en los últimos 7 años todas las especies de plantas de alta montaña se han desplazado casi 3 metros huyendo del calor y de la mayor sequedad ambiental que genera el calentamiento global. El ascenso medio de las especies ha sido de 2,7 metros, lo que conllevará, según señalan los científicos participantes en el estudio, “la extinción de las especies menos adaptadas al calor”. Aunque los efectos en las montañas del norte y sur de Europa no están siendo iguales, ya que mientras en las latitudes mediterráneas se están perdiendo especies, en el norte las cumbres están ganado riqueza debido a ese desplazamiento.
Estos datos forman parte de las conclusiones del estudio del proyecto GLORIA, que tiene como objeto establecer y mantener una red de vigilancia a largo plazo de la flora de alta montaña y del que Pirineodigital.com ya informó hace unos meses (acceder a la información). El estudio se inició en el año 2001, los datos que se recogen son los recopilados hasta el 2008, en 17 cordilleras y en la actualidad la red supera los 100 equipos de investigación en todo el mundo, incluyendo el Pirineo aragonés, donde trabajan los investigadores Luis Villar, del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC), y José Luis Benito, biólogo consultor profesional.
Según indican ellos, el Pirineo también está afectado por ese ascenso de las especies, aunque, “estamos en una situación intermedia, pues hay cimas que ganan especies mientras que otras las pierden”. Los investigadores explican que en las latitudes mediterráneas, como son Sierra Nevada, Creta o Córcega, “al aumento de las temperaturas que provoca el ascenso de la flora de alta montaña se le suma una sequía creciente, puesto que disminuyen la precipitación media anual y se alarga la sequía estival”. Esta combinación, “supone una amenaza para ciertas especies endémicas, cuyo número podría disminuir”.
Por el contrario, las áreas septentrionales, debido a ese ascenso, están ganando en riqueza, según los investigadores están registrando un aumento medio del 8%, pero este incremento se hace, “a costa de captar especies que están muy repartidas por todo el territorio europeo”. Ello, según recoge en la revista Science, donde se han dado a conocer las conclusiones, “supondrá una presión creciente y una mayor competencia sobre las flores alpinas más raras y amantes del frío”.
Con ello, los investigadores confirman que el aumento de las temperaturas induce en un desplazamiento de la flora alpina a niveles superiores, lo que refleja la vulnerabilidad de los ecosistemas de alta montaña a medio y largo plazo. El proyecto GLORIA seguirá midiendo esos parámetros, ya que está previsto que los muestreos en las zonas designadas, entre las que se encuentra el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y la recién establecida en el Pirineo silíceo, se repitan en intervalos de entre 5 y 10 años.
Fuente: Pirineo Digital