¿Cómo compatibilizar las raquetas de nieve y la conservación del urogallo?
El Parque Nacional de los Pirineos (Francia) ha constatado, durante los últimos años un descenso notable en la población de urogallos en los Pirineos, especialmente en la zona transfronteriza del puerto de Somport. Desde las autoridades francesas y la Federación Aragonesa de Montaña (FAM) se ha adquirido el compromiso de velar por el hábitat del urogallo, compatibilizándolo con las prácticas deportivas en la montaña.
Según explica Fernando Lampre, de la FAM, en un artículo publicado en el Heraldo de Aragón el pasado jueves 16 de febrero, “una serie de reuniones entre responsables de la FAM y del Parque Nacional de los Pirineos han puesto sobre la mesa la problemática de la conservación del urogallo en el espacio fronterizo del puerto de Somport”.
En el artículo, Lampre explica que el urogallo, cuya presencia en el Pirineo Occidental es muy reducida, necesita de gran tranquilidad en el periodo invernal, ya que su consumo energético se reduce al mínimo, limitándose a alimentarse de hojas de coníferas, muy presentes en esta zona del Pirineo.
Sin embargo, el ser humano también es cada vez más presente en Somport, sobre todo por la apertura de pistas de esquí de fondo y por el auge de las excursiones en raquetas de nieve, actividad para la que este puerto de montaña es un lugar privilegiado. Eso pone en peligro, sobre todo en invierno, el hábitat natural del urogallo.
Para poner freno al descenso de población de urogallo detectado por el Parque Nacional de los Pirineos, Lampre explica que, el problema no es tanto el esquí de fondo –“pueden acostumbrarse a los esquiadores de fondo porque estos utilizan una trayectoria rectilínea y una huella prefijada”–, como las raquetas de nieve, actividad en la que se busca pisar nieve virgen y transitar allí por donde no haya pasado nadie.
La idea de abrir huella en una nieve inmaculada es una de las razones que explican el auge de las raquetas de nieve, sin embargo, son innumerables los lugares en los que esto se puede hacer sin poner en peligro a la población de urogallos. Es por eso que desde la FAM insisten en que en la zona de Somport, y en todas aquellas con presencia de urogallos, los raquetistas sigan los senderos ya marcados, para minimizar el impacto en el entorno y no perturbar la vida del urogallo.
El urogallo en los Pirineos
En el mismo artículo, Lampre realiza un interesante repaso sobre esta ave galliforme cada día más atípico en nuestra geografía. Mientras que en el norte de Europa existen grandes poblaciones, amenazadas también por la silvicultura, en el sur, la situación es bastante más crítica.
Lampre sigue con su explicación señalando que en la Península Ibérica existen dos tipos de subespecios del urogallo: el Tetrao Urogallus cantabricus, en la cordillera Cantábrica y con una población crítica, y el Tetrao Urogallus Aquitanicus, distribuido a ambas vertientes de los Pirineos y Andorra.
La presencia de esta segunda subespecie, que es la que nos ocupa, está divida en dos grandes zonas en el Estado español. El núcleo más grande, de entre 1.500 ejempleares está distribuido a lo largo del Pirineo central y oriental, desde el valle del Cinca (Huesca) hasta el Alto Ter (Girona), pasando por Andorra. El segundo núcleo, en el que se sitúa Somport, comprende el Pirineo occidental, desde el Pirineo navarro a los valles oscenses más occidentales. Los ejemplares en este segundo núcleo son unos pocos. En la vertiente francesa, la situación resulta algo más relajada, que se estima una población de entre 3.500 y 5.000 urogallos a lo largo de todos los Pirineos, sin núcleos aislados.
Fuente: FAM