Comienza la cuenta atrás para los Piolets d’Or
Los Piolets d’Or, el máximo galardón en el mundo del alpinismo y la escalada, ya tienen fecha: del 21 al 24 de marzo. Los premios cumplen este año su 20 aniversario, por lo que se espera una reunión por todo lo alto de las figuras de primer orden del alpinismo.
La edición de este año servirá para conmemorar aquella primera edición de 1992 en la que dos desconocidos eslovenos se llevaron el premio por su ruta de 3.000 metros en el Pilar Sur del kangchenjunga. Se trataba de Andrej Stremfelj, actual presidente del jurado, y Marko Prezelj, que volvió a ganar el premio en 2006 con la primera ascensión a la cara Noroeste del Chomolhari.
En la presentación de la edición anual, los organizadores recordaron que estos premios se crearon hace 20 años con el objetivo de reconocer los éxitos del alpinismo moderno, demasiadas veces ignorado por la prensa generalista, que se fija demasiado en la altura de la montaña más que en la dificultad o el estilo.
La incógnita del Piolet d’Or de honor
Esta será la cuarta edición en la que las jornadas de los Piolets d’Or se celebren conjuntamente entre Chamonix y Courmayeur, tradición comenzada en 2009. Precisamente en aquel año, el Piolet d’Or de honor a los éxitos de toda una carrera fue a parar al recientemente fallecido Walter Bonatti, que al recibir el premio declaró: “He vivido en Courmayeur y en Chamonix y soy ciudadano de ambos lugares. Es conmovedor que el Mont Blanc os haya unido”.
En los siguientes años Reinhold Messner (2010) y Doug Scott (2011) los que recibieron el galardón de reconocimiento a los logros de toda una carrera. Para este año, sin embargo, la organización mantiene la incógnita sobre el nombre del premiado, aunque asegura que será un alpinista que ha escalado al máximo nivel durante su vida, con una carrera que ha inspirado a las siguientes generaciones.
2012: una decisión difícil
Como la propia organización confiesa, la decisión para este 2012 vendrá cargada de dificultades, ya que las actividades alpinas desarrolladas durante este año son muchas y de muchos colores diferentes: Alaska se ha convertido en un gran terreno de juego para primeras ascensiones exigentes, igual que la región china de Sichuan y las montañas del Tien-Shan, mientras India, Pakistán y Nepal también siguen escondiendo grandes secretos y grandes retos. Sin olvidar lugares como la Patagonia, Groenlandia, Alpes… En los próximos días se dará a conocer la lista de actividades precandidatas a aspirar al Piolet d’Dor.
Los premios de este año se otorgarán gracias a la colaboración del Alpine Club, el American Alpine Club, el Italian Alpine Club, el French Mountaineering & Climbing Federation y la French Federation of Alpine & Mountain Clubs. Para la difícil tarea de decidirse, el jurado podrá fijarse en las últimas ediciones de los Piolet d’Or, en los que ediciones pequeñas, ligeras, rápidas y muy técnicas se han llevado el máximo galardón de este deporte.
En 2009 el premio fue triple: los suizos Ueli Steck y Simon Anthamatten por la cara norte del Tengkampoche; los japoneses Kazuya Hiraide y Kei Taniguchi por la sudoeste del Kamet; y los también japoneses Yusuke Sato y Kazuki Amano por la cara norte del Kalanka.
Al año siguiente, en 2010, dos fueron las actividades premiadas: la de los kazajos Denis Urubko y Boris Dedeshko por la ruta en la cara sudeste del Cho Oyu; y la de los estadounidenses Jed Brown y Kyle Dempster, junto al escocés Bruce Normand, en la cara norte del Tian Shan.
Por último, el año pasado el premio volvío a ser doble: los japoneses Yasushi Okada y Katsutaka Yokoyama fueron reconocidos por su ascensión en la cara sudeste del Monte Logan, en Alaska; mientras que el numeroso grupo de los belgas Sean Villanueva, Nicolas y Olivier Favresse, el estadounidense Ben Ditto y el británico Bob Shepton se llevaron su parte del premio por su intensa actividad en las paredes de Groenlandia.