La aventura de un retrato colectivo

Eloy, Josu, Lidya y Dani son los protagonistas indiscutibles. También aparecen las monitoras de la organización Talur. Y un buen número de deportistas, que acudían para compartir una de las quince jornadas de ruta. Pero es la evolución de esas cuatro personas con discapacidad intelectual, a lo largo de su aventura en el Ebro, la que retrata 'El sendero interior'. Este es el documental que la productora alavesa Área Audiovisual estrenará el próximo jueves a las 19.30 horas, en el aula Fundación Caja Vital. El acto, con invitación, está organizado por Ajebask y la Film Office de Vitoria.
El realizador Aitor López de Aberasturi recuerda que la gente de la asociación Talur «acudieron a mi productora y nos comentaron que iban a recorrer la ruta GR-99 con un grupo de personas con discapacidad intelectual. Se trataba de hacer un documental sobre esta iniciativa. Le dimos muchas vueltas y creímos que podía haber una historia interesante. Lo vimos más como un trabajo personal que un encargo, por eso nos ha costado ocho meses terminarlo».
El director «quería un ayudante, y escogí a Miriam Pascual, por su forma muy personal de observar la realidad». Pero durante las labores de rodaje «terminó por ser codirectora, pasó de ser un proyecto mío a un trabajo de los dos». Dentro de su filosofía, «no queríamos hacer una especie de diario de la ruta, por etapas, sino más un retrato de personajes. Y vimos que el jugo estaba en los chavales, sobre todo en hablar de ellos», describe López de Aberasturi.
Confiesa que «nunca había trabajado con una organización así, ni con gente con discapacidad intelectual. Fui con los ojos de un niño y con la inocencia de hablar sobre lo que me llamaba la atención desde mi desconocimiento. Hice de ese desconocimiento un arma, porque, además, cuando lo vas a enseñar a unos espectadores, muchos no van a saber del tema», razona el coautor de la cinta, que será distribuida por Banatu Filmak.
Grabada con cámaras de vídeo de alta definición, la cinta cuenta con el planteamiento de «narrar la historia a través de recursos visuales. Hay mucho del cine (cámara, planos,..) que se puede aplicar al documental». En este sentido, 'El sendero interior' aborda la evolución de los protagonistas al hacer la ruta. «Al principio, el trabajo de cámara es más formal, distante, estático, y cada vez se va moviendo más con ellos», indica el realizador.
Montaje complejo
También expone que «en Área Audiovisual usamos todos los medios a nuestro alcance para contar una historia íntima en un marco natural impresionante». Entre otros recursos, «entrevistamos a más de 30 personas, incluida Teresa Aguirrezabal, madre de uno de los chavales que vino a hacer la ruta. Se hizo rafting y otras actividades», señala.
Al final, la película dura 68 minutos, editados con un importante trabajo. «Articular una historia con todo este material es una de las cosas más complejas que hemos hecho. Las decisiones creativas y de contenido pasaron a ser de Miriam y mías: con más de 30 horas grabadas, fue un visionado de material complejo, difícil», valora.
Además, ya la filmación había tenido sus condicionantes. «Un documental es tan ejercicio artístico como atlético, requiere mucho esfuerzo físico y rapidez. Habían sentado unas bases previas y durante el rodaje tuvieron que improvisar sobre ellas. «Le vino bien al proyecto, porque nos obligó a estar atentos a todo».
El documental se verá «en formato scope, muy propio del cine. Al ser tan horizontal te permite centrar la atención en lo que quieres».Y con una música de Alejandro Moreta, afincado en Budapest, «que hizo una banda sonora maravillosa, sólo con piano y chelo».
Fuente: El Correo