Aragón debuta como Comunidad que certifica la calidad de sus bosques
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El director general de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, Roque Vicente, y el Jefe de Servicio de Planificación y Gestión Forestal, Miguel Ángel Ena, han acudido por primera vez, tras su integración en la entidad, a una asamblea general del PEFC (Programa de Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal España) que en su vigésima edición se celebró en Bilbao.
Se trata de una asociación en la que se integran las comunidades autónomas que llevan a cabo un seguimiento en torno a la calidad y sostenibilidad de las masas forestales.
En el transcurso de esta Asamblea se informó sobre las actuaciones que se han llevado a cabo en 2014 dentro del Plan Estratégico PEFC España y a la vez que inició la elaboración de la hoja de ruta para el próximo Plan Estratégico PEFC España para el periodo 2015-2019.
A fecha de hoy, se encuentran certificadas en Aragón 55.826,44 hectáreas. El Certificado de Gestión Forestal Sostenible lo gestiona la Entidad Aragonesa Solicitante de la Certificación Forestal PEFC (ARACERT) y en él se incluyen montes tanto públicos como privados de las tres provincias aragonesas.
Encabeza el listado de certificaciones la Mancomunidad Forestal Ansó-Fago (24.428 hectáreas). Le sigue la certificación otorgada a Hecho, con 18.870 hectáreas. Por encima de las 1.000 hectáreas certificadas se encuentra montes en los términos zaragozana de Añón del Moncayo (4.459 hectáreas) y Purujosa (1.000 hectáreas).
Del 24 al 26 de noviembre se llevó a cabo, por otra parte, la auditoría de seguimiento anual que realizó la entidad certificadora independiente AENOR. Para su realización, el auditor seleccionó una muestra de los montes certificados, selección que recayó en el Grupo de Montes de Frías de Albarracín (MUP 18 y MUP 19), con una extensión de 3.195 hectáreas.
Para garantizar la implantación de un sistema de gestión forestal sostenible, la herramienta más potente con la que cuenta la política forestal actual es la certificación forestal, proceso voluntario que garantiza que la gestión de una superficie forestal cumple unos criterios de sostenibilidad que se miden a través de una serie de indicadores.
Roque Vicente explicó que “este proceso no se limita al monte sino que continúa en la industria, mediante la denominada cadena de custodia, hasta que el producto llega al consumidor final con una etiqueta que garantiza que procede de un monte gestionado de forma sostenible. En definitiva, se trata de un instrumento que garantiza al consumidor que la madera o cualquier otro producto forestal procede de bosques gestionados de manera ambientalmente responsable, socialmente beneficiosa y económicamente viable”.
Entre los diversos sistemas de certificación, el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón apostó en su momento por la implantación de la Certificación Forestal bajo el sistema PEFC (Programa de Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal).
Para la consecución de este certificado pueden adherirse superficies forestales de propietarios tanto de gestores públicos como privados siempre y cuando las estas superficies cuenten con un plan de gestión.