La comodidad a tu alcance
Pocas experiencias hay en la vida más gratificantes que el disfrute de la naturaleza, que el mimetizarse con el entorno natural siendo uno más, descubriendo paso a paso los tesoros de la naturaleza. Pero también es cierto que en esta relación hombre-naturaleza intervienen una serie de factores que, en algunas circunstancias, pueden perjudicar al practicante de outdoor.
Una mala elección de la mochila, olvidarnos de algunos elementos o no acertar en el modelo de esterilla, colchoneta, saco o tienda de campaña pueden tirar por tierra toda la magia acumulada a lo largo de muchas horas de aventura.
Con la casa a cuestas
Hay muchos tipos de mochilas, tantas como tipos de montañeros o excursionistas. Sin embargo, hay algunos detalles que son comunes a todas ellas: la comodidad –entendiendo como tal el buen ajuste en espalda y cintura–, la transpirabilidad –que se puede acentuar en detalles como en disfrutar de una parte de la espalda de unas tiras de la mochila que evacuen el sudor– y la funcionalidad, entendiendo como ésta lo práctica que puede resultar una bolsa o mochila.
Colocar bien las cosas
No solo hay que escoger la mochila adecuada, sino que también hay que saber hacerla, dependiendo del tipo de actividad que vayamos a realizar, de los días que destinemos y del entorno que nos vayamos a encontrar.
Uno de los errores más comunes es el de elegir la mochila con mayor capacidad para llevar cuantas más cosas mejor, pero lo importante es cargar lo justo y necesario, y saber organizarlo bien.
La elección del saco
Hay que escogerlo teniendo en cuenta las necesidades físicas, el entorno natural y la época del año en la que vamos a ir a la montaña. Detalles como el peso, el tejido o las dimensiones son el DNI de cualquier saco, así como la capacidad de aislamiento. Sin embargo, uno de los aspectos en los que más hay que fijarse es el rango de temperaturas en las que puede utilizarse. Estas temperaturas se definen según una norma europea, y es obligatorio que figuren en una etiqueta fijada al producto. Siendo precavidos, debemos elegir un saco cuya temperatura límite sea la más baja a la que preveamos que vamos a utilizarlo. Tampoco hay que olvidar los accesorios del saco, tales como la colchoneta -que aísla del frío y de la humedad- o una bolsa de compresión para el saco -que comprime su volumen para facilitar el transporte.
Las temperaturas de un saco de dormir
-Temperatura extrema
Es la más baja, en la que existen riesgos para una mujer de complexión normal de sufrir daños debidos a la hipotermia.
-Temperatura límite
Límite inferior cuando un hombre de complexión normal en posición fetal mantiene un buen equilibrio térmico, sin sentir el frío.
-Temperatura de confort
Límite inferior de la escala de comodidad que siente una mujer estirada dentro del saco, manteniendo un buen equilibrio térmico, sin sentir el frío.
Acertar con la tienda de campaña
La elección de la tienda depende también de la actividad que vayamos a realizar, el entorno, el número de personas o la época del año que nos encontremos, fijándonos en detalles como la capacidad, los tejidos del techo y del suelo, la facilidad de montaje, el material de las varillas, el tipo de piquetas, la altura o el peso.