Récords mediáticos y récords invisibles
A raíz de una información publicada en aconcaguaonline hay que preguntarse qué sentido tienen los récords de tiempo de ascenso-descenso de una montaña destacada y, también, cuál es el objetivo de los atletas que intentan este tipo de retos.
Según el portal web, una guía de trekking de San Martín de los Andes, María Isabel 'Chabela' Farías, de 25 años, habría superado los registros de Fernanda Maciel en el Aconcagua tan solo 13 días después de que la atleta brasileña marcara su tiempo en la montaña argentina.
Según aconcaguaonline, Farías rebajó el récord de Maciel en 1 hora y 40 minutos poco tiempo después de que la corredora brasileña fijara el crono en las 14 horas y 20 minutos. Resulta evidente que la noticia no tuvo mucho impacto en nuestro país, especialmente si lo comparamos con la difusión que tuvo el récord de Maciel.
Esta diferencia nos suscita una gran cantidad de preguntas respecto a este tipo de récords. ¿Qué es más importante, lograrlo o comunicar que has tenido éxito? ¿Cómo comparar los récords si se llevan a cabo en distintas condiciones de equipo, alimentación, etc? ¿Qué buscan exactamente los corredores “mediáticos” al realizar este tipo de gestas? ¿Qué sentido tienen si no existe la voluntad de una homogeneización para que las condiciones de los atletas que los intentan sean las mismas?
Probablemente los corredores no busquen nada más que superarse a si mismos, intentando, a veces, superar sus propios récords. Pero si es así, ¿por qué comunicarlos al mundo? ¿Realmente es interesante que trasciendan este tipo de hazañas si el corredor no tiene otra voluntad que superarse a si mismo? ¿Existen otros intereses paralelos en el hecho de difundirlo?.
Cada atleta tendrá sus motivaciones para activar el crono y encaramarse a la cima de una montaña, pero probablemente sea en los medios dónde hay que poner sobre la mesa el debate acerca de cuál debe ser la gestión de este tipo de informaciones.