Alex Txikon: “Intentar subir al Everest en invierno y volver a casa es un éxito”
82 días después desde que partiera hacia Nepal el pasado 25 de diciembre, el alpinista vizcaíno ha explicado en Bilbao las claves de su reciente y fallida expedición invernal al Everest, sin utilizar oxígeno artificial. La coincidencia de ambas circunstancias extraordinarias ha hecho de esta expedición un hito en la historia del alpinismo mundial.
Alex Txikon ha recordado que, desde “hace casi 40 años”, nadie había intentado hacer cumbre en el Everest en una expedición totalmente invernal. Así, ha reconocido su error al minusvalorar las condiciones en esta estación: “he comprobado en primera persona por qué nadie lo había hecho en este tiempo”, ha resaltado el alpinista. “Me he ido del Everest con un sentimiento agridulce porque sintiéndome cada vez más fuerte físicamente al final nos ha echado el invierno, no la montaña”. “No sé si subir al Everest en invierno, y sin oxígeno artificial es la última frontera del ser humano, pero que nadie dude de que al menos lo hemos intentado. “Tanto yo, como mis compañeros lo hemos dado todo, hasta el punto de que éstos han quedado exhaustos por el esfuerzo realizado; de hecho, y a pesar de que los sherpas que me acompañaron en la primera parte querían seguir, los médicos se lo impidieron por temas de salud, y tan sólo permitieron que Nuri Sherpa, con 3 ascensiones al Everest, siguiera conmigo”.
Avanzar con seguridad
“No sabíamos lo que nos íbamos a encontrar allí arriba; sin duda alguna ha sido mucho más duro de lo que los propios Ice Doctors, los especialistas del hielo, o yo mismo pensábamos encontrarnos en esta temporada invernal”. Txikon ha recordado que ha tenido que reequipar hasta en cinco ocasiones la complicada Cascada del Khumbu. “Preveíamos para esta parte 3.000 metros de cuerda y al final habremos utilizado el doble, así como decenas de escaleras”.
“Mi estrategia ha sido avanzar día a día, poco a poco, y hacer frente, con seguridad y sentido común, a todas las dificultades, que han sido muchas”; “No me equivoco –continuaba Txikon- si digo que intentar subir al Everest, en estas condiciones, y estar hoy aquí, en casa, es un éxito profesional y personal, mío y de todo el equipo que me ha acompañado”.
A su juicio, las condiciones que se ha encontrado desde que llegó al Campo Base el pasado 4 de enero, han sido “durísimas, en algunas ocasiones incluso terribles hasta para alpinistas experimentados como yo”. También ha hecho hincapié en lo cambiante del tiempo, destacando que la situación real era “mucho peor” que la ofrecida por los partes de cuatro expertos meteorólogos internacionales.
Alex Txikon ha explicado que la temperatura media a lo largo de estas semanas ha sido cercana a los 25 grados bajo cero, “aunque la sensación térmica ha sido, en algunos momentos. superior a los 60 grados bajo cero”. “Sin duda, lo peor –continuaba Txikon- ha sido el fortísimo viento en contra que hemos tenido desde el minuto uno, un día sí y otro también, y que nos ha condicionado toda la expedición”. En su intervención, el alpinista vizcaíno ha destacado que en los últimos días “la fuerza del viento era tan fuerte que literalmente era imposible dar un paso adelante; ni Superman hubiera podido avanzar con las velocidades cercanas a los 100 kilómetros por hora que me he encontrado a poco más de 7.000 metros de altura”.
Recuerdo a Carlos Rubio
En su comparecencia, Alex Txikon ha hecho una cronología de los hitos registrados desde que llegaran al Campo Base el pasado cuatro de enero, entre los cuales ha recordado con emoción la evacuación al hospital de su compañero de equipo, Carlos Rubio (Madrid, 1989) por problemas derivados del denominado Mal de Altura, aunque afortunadamente ya totalmente recuperado.
Igualmente, el alpinista ha recordado las dos veces en las que él y sus compañeros sherpas alcanzaron el Campo 4 (a casi 8.000 metros de altura), aunque sin posibilidad de seguir adelante al impedírselo sendos temporales que se acercaban y que impedían acometer el deseado ataque a cumbre. En este sentido, ha hecho referencia a que en esta segunda ocasión es cuando encontró un par de cadáveres en la zona o que cuando bajando hacia el campo base se vio inmerso en una grave avalancha de piedras que pudo haberle costado la vida a él y a sus compañeros.
Aspectos positivos
Entre los hechos positivos, Alex Txikon ha destacado varios: “me voy con la alegría de haber conocido y haber compartido momentos maravillosos con gente increíble”, momentos que tuvieron su punto culmen con la inesperada visita el pasado 6 de marzo del denominado ‘Dios de las Montañas’, Reinold Messner, “que me dio un chute de energía que no os podéis imaginar”.
Txikon ha destacado igualmente, la experiencia y el conocimiento adquiridos en esta aventura, ”algo impagable”. De igual modo, ha manifestado haberse sorprendido del impacto que ha tenido su gesta entre los medios de comunicación, así como las “innumerables muestras de cariño y apoyo” por parte de toda la gente, sobre todo entre los más jóvenes. “Le hemos quitado páginas al fútbol”.
Igualmente, Alex Txikon ha hecho una mención especial a sus patrocinadores “sin cuyo apoyo, desde el primer momento, no hubiera hecho posible el desarrollo de la aventura”. “Todas las organizaciones y empresas que me han apoyado tienen que saber que su esfuerzo al promocionar el deporte o los valores de trabajo en equipo, superación, etc., tendrán una merecida recompensa por parte de la sociedad”.
Por último, el montañero vasco ha adelantado que en las próximas semanas se completará la edición de un espectacular documental con una cuidada fotografía grabada con cámaras de alta definición y drones y que aspira “a ser un referente en el mundo de la montaña a nivel internacional”. El documental -que ha contado con el apoyo del grupo AtresMedia y de la productora Onza Entertainment- mostrará de una manera espectacular la soledad y el aislamiento de los alpinistas durante una verdadera aventura invernal recogiendo todos los detalles y las vicisitudes por las que ha pasado la expedición.