Alex Txikon, David Palmada y Ekaitz Maiz renuncian a la ‘Bushido’ en la Gran Torre del Trango
Los escaladores españoles que el pasado 24 de julio partieron hacia el Karakórum pakistaní para escalar la Gran Torre del Trango (6.286 m.) han decidido descender de la vía Bushido (1.960 m, A4, VII+) en la que llevaban trabajando 10 días. De esta manera lo comunicó ayer David Palmada ‘Pelut’ vía whatsapp: “Dura decisión la de ayer por la tarde-noche, cuando después de dos días de mal tiempo nos damos cuenta de que la pared sigue siendo muy grande y continúa siendo poco vertical, lo que dificulta en exceso la subida de nuestro pesado equipo, vamos muy lentos y la vía tampoco está resultando de nuestro agrado. Así que momentos duros. Todos escalamos para disfrutar y cuando ese sentimiento no existe, lo mejor es bajar, reflexionar y buscar otra fuente de inspiración. Esta vez no ha podido ser. Gracias a todos los que habéis estado, gracias de corazón, mañana rapelamos hasta el base.”
La cordada, que en un principio había planeado escalar la Parallel World (2.580 m, VI+, 7b, A3), había escalado los primeros 20 largos de la vía abierta el pasado año por los polacos Marek Raganowicz y Marcin Tomaszewski. A pesar del ímpetu con el que escalaron las primeras jornadas, la llegada del mal tiempo frenó en seco su progresión en el Campo 3, en el que han permanecido desde el día 16 y que ha sido clave en su renuncia.
Ya desde el CB, el alpinista Alex Txikon comunicaba que "la sensación de decepción es muy fuerte. De decepción, no de fracaso. Porque en una escalada de estas características entran en juego muchas variables además de la propia dificultad técnica de la pared, que también la tenía, por supuesto. El estado de ánimo de los alpinistas, su motivación, su salud o unas expectativas no cumplidas de cualquiera de ellos son elementos que también juegan en esta compleja partida. [...] Escalar no es solo una actividad física, sino (sobre todo) un estado de ánimo. Y cuando ese ánimo falla, la motivación se desploma. Y eso es lo que le ha pasado al Pelut. Nada más llegar la campo base una anginas le dejaron fuera de combate durante varios días, y luego, ya en la pared, no ha acabado de sentirse cómodo en ningún momento. La vía no ha sido para él lo que esperaba y la entrada del mal tiempo ha sido la puntilla.
[...] La decisión para él ha sido muy dura porque era consciente de las consecuencias. Pero los otros dos miembros de la expedición hemos respetado escrupulosamente su decisión. No podía ser de otra forma. Los tres tenemos muy claro que una escalada como esta no se puede afrontar sin motivación. Y que la cordada era de tres personas. Desde el principio hasta el final. Así que el lunes decidimos bajar y ayer retornamos al campo base. Son momentos de reflexión y de tomar nota de lo vivido, porque somos de los que pensamos que la vida te enseña más de las decepciones que de los éxitos.
El trío vasco-catalán valorará ahora desde el Campo Base las posibilidades de una nueva incursión a la montaña o el abandono definitivo de la Gran Torre del Trango.