El refugio de Llauset adelanta su apertura al próximo verano

Corren buenos tiempos para los impulsores del refugio aragonés de la vertiente oriental de las Maladetas. Si hace un mes informábamos de que se había firmado el convenio que permitiría continuar con las obras, ahora la Diputación Provincial de Huesca (DPH) ha anunciado que adelanta el pago de una de las dos anualidades comprometidas para 2016-2017. De esta manera el refugio de Llauset, dependiente de la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM), podrá adelantar su apertura al próximo verano.
En cuanto a lo que va a suponer esta inyección económica de la DPH desde un punto de vista técnico, significa la consecución de la primera fase de la obra, que permitirá abrir el refugio con aproximadamente la mitad de su capacidad total, pero con un 100 % de sus servicios.
El responsable de refugios de la FAM, Sergio Rivas, señaló que se instalará todo el sistema de vertidos, incluyendo conducciones, arquetas de registro, separador de grasas, fosa séptica y bioclere. También quedará acabada toda la instalación de fontanería y de electricidad. Se realizarán todos los recrecidos, el aislamiento y los pavimentos de los suelos del primer módulo; la cubrición con falsos techos del comedor, cocina y aseos, así como las terminaciones y aislamiento de tabiquería; la escalera interior de acceso a la primera planta; la carpintería interior y pintura; y la instalación de los sistemas de comunicaciones y protección frente a rayos.
También se adquirirá y se instalará todo el equipamiento de la cocina y el almacén de alimentos; las estufas de péletz; el mobiliario de servicio (mesas y bancos); y los grupos electrógenos.
Quedarán pendientes para primavera de 2016 pequeños trabajos de obra y el resto del equipamiento para poder poner en marcha el refugio ese verano. Igualmente, y de cara ya al futuro, restará por realizar la segunda fase de la obra, destinada a la terminación del segundo de los módulos, unas obras que, tal y como indicó Modesto Pascau, gerente de la empresa constructora Prames, están condicionadas por el entorno de alta montaña en el que se realizan, donde la meteorología impide trabajar durante todo el año.