Kevin Jorgeson viaja a Grecia para ayudar en la crisis migratoria

El escalador estadounidense que saltó a la fama por la escalada en libre de la gran pared más dura del planeta en el Capitan en Yosemite, California (Estados Unidos), partió el pasado 20 de marzo junto a su compañera Jacquie Becquer para ayudar en la crisis migratoria de los refugiados en Grecia. Así, decidió aparcar sus objetivos personales de escalador profesional para encontrar un equilibrio entre lo que quiere lograr como deportista y como ser humano. “Tengo una sensación similar que cuando estaba afrontando la escalada del Dawn Wall. No quería ser el tipo que ‘casi’ lo escaló. No podría vivir con ese recuerdo. Con este tema tampoco quiero mirar hacia atrás y saber que podía haber hecho más. Estamos sanos, capacitados y tenemos tiempo para viajar. No tenemos excusas”, confió en una entrevista en Planet Mountain.
Desde la muerte de su amigo Brad Parker, una persona inspiradora para el americano, Kevin Jorgeson ha estado involucrado en diferentes proyectos solidarios que este 2016 le han llevado a Grecia. Además, lo ha hecho con el apoyo de Adventure Medical Kits, que envió con él 1.000 mantas de calor. También han abierto una campaña de financiación en la plataforma digital Go Fund Me -que ha superado los 7.500 dólares-. “Todos nuestros gastos personales están cubiertos, por lo que cada centavo va a las personas que lo necesitan. Vamos a compartir nuestros recibos para que sepa exactamente donde va la recaudación”.
En Lesvos, Jorgeson y Becquer se han unido a la International Surf Lifesaving Association y los Hellas Lifeguards. “Ayudamos a bajar a la gente de los barcos hasta que los trata el equipo médico. Participamos en estas cadenas humanas. Ahora que los buques de guerra patrullan las aguas entre Grecia y Turquía, los refugiados se ven obligados a tomar mayores riesgos, incluyendo viajar en la oscuridad. Hasta 200 barcos llegan en una sola noche”.
Tras una semana en la isla, la pareja viajó a Atenas para colaborar con una escuela que acoge a familias de refugiados donde construyeron un sencillo plafón de escalada con ayuda de rocódromos y escaladores locales.