Carlos Pauner se reencuentra con el alpinismo en el Elbrus
Tras unos días de aclimatación en la zona del refugio de Barrels Hut, con ascensiones a 4700 m. durante la madrugada española del sábado 23 al domingo 24, a eso de las tres de la mañana, comenzó, junto al escalador Fran Lorente el ataque a la cima del Elbrus (5.642 m).
Las condiciones climatológicas de los días anteriores al ataque –con cambios bruscos con llegada de nubes y fuertes vientos-, aconsejaban la salida a cima muy pronto, entrada la noche, para aprovechar las horas de luz en las inmediaciones de la cumbre. Así, tras una larga caminata y con el tiempo cambiante, llegaron a la cumbre caucásica a principio de la mañana del pasado domingo, en unas condiciones climatológicas bastante complicadas.
Vuelta al alpinismo con las 7 Cumbres
El Carlos Pauner se reencuentra de esta manera con la actividad alpinística después del grave accidente sufrido hace dos años en un rocódromo de Zaragoza, que le dejó temporalmente en silla de ruedas.
Después del Elbrus, el aragonés apuntará al Aconcagua (6.997 m) en América del Sur, el Denali (6.194 m) en América del Norte, el Kilimanjaro (5.895 m) en África, el Vinson (4.897 m) en la Antartida, la Pirámide Carstensz (4.884 m.) en Oceanía y el Everest (8.848 m), donde ya subió utilizando oxígeno suplementario. Con la ascensión a la montaña más alta del planeta, que quiere realizar por la cara Norte, Pauner cerraría -a pesar de las dudas el Shisha Pangma- la lista de los 14 ochomiles sin oxígeno.