Adam Ondra se lanza a por la primera repetición de 'Dawn Wall'
Un mes después de llegar a las emblemáticas paredes de Yosemite (EE.UU), el escalador checo ya se siente preparado para intentar encadenar Dawn Wall (900, 9a) en El Capitan, la vía más difícil del planeta en grandes paredes.
Si lo consigue, será la primera repetición tras su liberación por parte de Tommy Caldwell y Kevin Jorgeson, que emplearon 19 días en ponerle el punto rojo durante el pasado invierno. Aquella actividad fue seguida en directo por medios generalistas estadounidenses (y del resto del planeta), obteniendo una repercusión jamás vista en este deporte. No en vano, Caldwell y Jorgeson empujaron los límites de lo posible en la modalidad de ‘big wall’, con un trabajo concienzudo en el que estuvieron inmersos durante nada menos que ocho años.
Adam Ondra, que durante estas semanas ya ha probado todos los largos de la ruta –además de escalar The Nose-, ha mostrado en varias ocasiones su admiración por los aperturistas y por la entidad de este reto vertical. “La complejidad y dificultad de toda la escalada me está asombrando. Puede que haya sido demasiado optimista, pero esperaba que fuera más fácil. Cada largo está lleno de trucos, y es muy duro. […] Me quito el sombrero ante Tommy y Kevin, que pensaron que sería posible liberar la ruta, antes de saber si sería posible. Porque sin tener la beta que tengo yo, algunas partes, sinceramente, parecen imposibles”, relata en las redes sociales de su patrocinador, Black Diamond.
Cargado con un petate de 40 kg con material, comida y agua, Ondra partió ayer, junto a su compañero Pavel Blažek y al fotógrafo Heinz Zak. En apenas seis horas y de noche, resolvió sin muchos problemas los primeros nueve largos, la mayoría al primer intento. Escalar antes de que salga el sol será la tónica habitual en el ataque del vigente campeón del Mundo de dificultad, que ya ha conocido los problemas del calor en el L8 de esta primera sección. “En el tercer intento, corría contra el sol que bajaba por la pared, no podía descansar y le di otra vez. ¡Estaba nervioso! Por suerte, un minuto antes de que el sol diera en la secuencia clave, subió una ligera brisa que ayudó a secarme la piel un poco y encadené el largo. Me sentía como en una nube y acabé rápidamente el siguiente largo también”.
De esta forma el checo espera dejar listos hoy los tres siguientes largos para encarar, el miércoles, la mítica travesía a izquierdas que se extiende entre el L12 y L16, donde residen las principales dificultades de la vía.