Señales que llevan a ninguna parte
Señales caídas, postes indicadores en el suelo, pinturas que marcan la senda prácticamente borradas. Es el panorama que suelen encontrarse los amantes de la naturaleza en su incursiones de fin de semana. Les salvan, aseguran, la cartografía avanzada y los dispositivos GPS que les acompañan. «Porque los montes están hechos una porquería, llenos de matorrales. Uno se encuentra con un montón de caminos comidos por la maleza. Después, claro, nos lamentamos por los incendios», señalan desde el Grupo Ensidesa. Y esta situación se convierte en un factor de riesgo para los montañeros novatos o que deciden visitar estos lugares tan solo con libros o mapas escasos en detalles. «Es algo que puede inducir a errores, sobre todo si no se conoce la zona», señalan desde el Grupo San Nicolás.
La progresiva falta de ganaderos explica en parte el abandono de estas vías de montaña ya que se trata de un colectivo muy importante para su correcto mantenimiento. «Al no estar ellos, nadie se preocupa de los caminos así que, en muchas ocasiones, se pierden o se llenan de maleza y, cuando creías que podrías pasar por allí, cuando llegas te das cuenta de que no», lamentan en el Grupo Ensidesa. Es una opinión que comparte la Agrupación Montañera Astur Torrecerredo. Creen que la falta de pastores que desbrocen el camino al tiempo que pasan y la ausencia de cabras, que se comen los brotes, es una lacra para el senderismo. «Por la mitad de los caminos vas mejor por fuera que por el camino. Pasa en Ponga y en Amieva. Del Occidente mejor ni hablar, mientras la costa está llena de cotoya, que pincha», señalan.
También se muestran preocupados en la Agrupación Deportiva La Peñuca, que pone dos ejemplos: «El camino de Oviedo a Santiago en la zona de Salas está abandonado. También la proliferación de carreteras provoca que las sendas vecinales se estén perdiendo», indican. Apuntan además que existen casi 300 rutas homologadas, «aunque algunas, dada la antigüedad, están muy deterioradas». «Es algo que molesta. Nosotros vamos con GPS, pero la falta de señalización es algo que no gusta a nadie. Se nota que a veces los animales causan estragos; pero también la mano del hombre, la de los gamberros», critican. Problemas que en San Nicolás creen que llegan «al 80% de las sendas».
«El estado es pésimo, incluso las pinturas que se hacen en las rocas para marcar los caminos están borradas o tapadas por la maleza», anotan, al tiempo que emplazan a los gestores de los parques naturales, a la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado de Asturias (Fempa) y al Gobierno regional a cuidar el monte, «algo que brilla por su ausencia». «Vendemos nuestro paraíso, pero no lo cuidamos», critican.
Información de El Comercio