Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza renuevan su compromiso con los Gasherbrums
El equipo WOPeak regresa a casa sin haber alcanzado la cima del Gasherbrum II (8.035 m). El mal tiempo este año y las condiciones del terreno no han resultado favorables para un intento a cumbre con garantías.
Desde que llegaron al CB el pasado 21 de junio los alpinistas tuvieron pocas jornadas de buen tiempo. “Este año apostamos por venir pronto pero la meteorología nos ha sido esquiva. Ha sido un año hasta la fecha muy malo y así hay que tomarlo, con resignación. Apenas ha habido periodos de buen tiempo y los dos intentos de cumbre que hemos realizado se han visto truncados por esa mala meteorología. Contra eso no hay nada que hacer”, apunta Juan Vallejo en nombre de la cordada.
En sus salidas de aclimatación los alpinistas fueron encontrando muchas planchas de nieve sobre hielo; placas de nieve poco cohesionadas, por lo que grandes pendientes de nieve y canales resultaban muy peligrosos. Así lo contaba Mikel Zabalza: “Las condiciones del terreno son difíciles y peligrosas en algunos puntos debido a que la primavera ha sido muy seca y a que el comienzo del verano está siendo muy húmedo”.
La cordada llegaba a los Gasherbrum con un plan abierto que se fue acotando en su objetivo de escalar en estilo alpino desde rutas que no fueran las normales. “Las posibilidades que se nos ofrecen se van acotando casi tanto como los periodos de buen tiempo que hemos tenido”, apuntaba Zabalza. “Dadas las condiciones del terreno hay que mirar a las aristas donde no haya grandes acumulaciones de nieve. La ruta francesa al GII en alpino es directa, elegante y creemos que segura”, explicaba el alpinista.
El equipo finalmente emprendía la salida hacia la cumbre el 21 de julio con una ventana de tiempo corta e incompleta. La cordada había planeado alcanzar la cumbre del GII (8.035 m) en estilo alpino por la ruta francesa del 75, una vía muy poco habitual y que precisa un mínimo de condiciones para ascender con garantías de seguridad. Ascender hasta el Campo 1 (5.950m) fue complicado, la nieve estaba en malas condiciones y la subida resultó dura. Tras dos días allí y un fuerte temporal tomaron la decisión de regresar.
WOPeak sigue adelante: “Tenemos la determinación de seguir”
“No haber conseguido llegar a la cima en la expedición de este año nos reafirma en nuestros valores y refuerza el proyecto. Desde la Fundación WOP hemos decidido que WOPeak seguirá con Iñurrategi, Vallejo y Zabalza para intentar alcanzar el ochomil el próximo año”, afirma Mikel Renteria. “Teníamos un reto fascinante y nos gustaría volver a intentarlo”, señala Mikel Zabalza en nombre de la cordada. “La inestable meteorología de este año no ha dejado huecos para hacer un intento con garantías. Hemos vuelto con muchas ganas de seguir y de volver a intentarlo”.
Esta expedición era la octava etapa WOPeak, un proyecto de la Fundación WOP que comenzaba subiendo al Gorbeia hace seis años. Su reto: “Al ochomil en ocho pasos”. En estos años WOP ha forjado un camino sin descanso, paso a paso, para explicar su misión en la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas. “Un camino hacia una cima que parece inalcanzable como es la cura para estas enfermedades. Pero como en el alpinismo, con la determinación de dar el máximo de nuestras posibilidades para conseguirlo. Los valores que nos mueven tienen mucho que ver con la montaña: superación, trabajo en equipo, romper barreras, tejer nuevos caminos”, explica Mikel Renteria, fundador de WOP.
“Tenemos la determinación de seguir, paso a paso, trabajando duro. Desde la ilusión, la fuerza, la superación, el trabajo en equipo… Caminar siempre hacia delante sabiendo que has dado lo máximo”, ha afirmado esta tarde Mikel Renteria.
Porque esta es la filosofía que mueve a WOP desde su origen —cuando al hijo mediano de Mikel Renteria y Mentxu Mendieta le diagnosticaron una grave enfermedad neurodegenerativa—. Y esa energía ha estado muy presente hoy durante la rueda de prensa organizada tras la inminente llegada de los alpinistas del equipo WOPeak.
También habrá una película. Porque de la expedición a este ochomil se hará el tercer film documental sobre este proyecto. La llevarán a cabo Karen Solé (directora de las dos anteriores: “2t On Paiju Peak” y “2t On Chamlang”) y Jon Herranz, recientemente premiado en diferentes festivales de cine de montaña por sus últimos trabajos y que ha sido “nuestros ojos” durante estos casi dos meses que ha durado la expedición.