La raqueta más alpina
Todos sabemos que el invierno está siendo bastante triste para los amantes de la nieve, pero igual que al mal tiempo le ponemos buena cara, habrá que hacer lo mismo con la escasez de nieve e intentar disfrutar la poca que tenemos. Para ello, una de las actividades en boga, por su accesibilidad a todos los niveles, son las raquetas de nieve.
Los amigos de Salewa nos han dejado durante unos días las raquetas de nieve más destacadas de su colección, las “Snowshoes 999”, para que las probásemos y diésemos nuestra opinión. Dimos un paseo hasta el pico Orhi, en el Pirineo navarro, y este es nuestro veredicto.
Como resumen, cabe decir que son unas buenas raquetas de nieve, lo cual no es de extrañar siendo este modelo el “buque insignia” de las raquetas de una marca reconocida. Pero más allá del comentario obvio, se trata de unas raquetas de nieve muy técnicas y, por decirlo de alguna manera, muy alpinas. Ahora explicaremos por qué.
Para empezar nos encontramos con su ligereza. Con poco más de 2 kilos (el par), son unas de las raquetas de nieve más ligeras que podemos encontrar en el mercado, sobre todo en la relación entre peso y prestaciones. Esta ligereza se consigue gracias a la estructura en carbono. Pese a su peso, no se trata de un producto extremadamente delicado, gracias al uso de acero de calidad en los crampones y al tratamiento de cataforesis.
Este tratamiento de cataforesis, también conocido como “electropintado”, consiste en un pintado de las piezas metálicas por inmersión, basado en el desplazamiento de partículas cargadas dentro de un campo eléctrico hacia el poco de signo opuesto. Es un recubrimiento orgánico que refuerza el exterior de la pieza, otorgándole una mayor resistencia.
CRAMPONES EN ACERO DE ALTA CALIDAD
Hablamos de una raqueta técnica también por sus dos puntas de crampones, largas y de acero de alta calidad, así como por la doble hilera de puntas en las suelas. Esto quiere decir que, cuando la nieve da paso al hielo o cuando la pendiente se enfila a más de 30º, a diferencia de muchas raquetas de nieve, las 999 garantizan una progresión segura y fiable. En nuestro test probamos las raquetas en rampas de hasta 55º grados de inclinación y la respuesta del producto fue positiva. Esto no quiere decir que las raquetas sirvan para ascender corredores, ya que resultan bastante incómodas para ello, pero nos permitirán salvar sin mayores problemas obstáculos ocasionales que con otras raquetas dificultarían nuestra marcha.
Otro punto a tener en cuenta para valorar estas raquetas son las bandas adaptables que encontramos en ambos laterales, bajo el nombre de “Auto-adaption Flap”. Se trata de dos bandas flexibles que se adaptan perfectamente al tipo terreno, permitiendo que la superficie de la raqueta en contacto con el suelo sea la máxima posible.
En el transcurso del test, probamos las 999 en superficies diversas y pasamos por terrenos con poca nieve y algo tierra o roca, ya que es algo bastante común en las travesías con raquetas, sobre todo en este invierno tan escaso de nieve. Pudimos comprobar que las bandas de las que hablamos se adaptan fácilmente al relieve del terreno, haciendo más sencilla la progresión. De normal, las raquetas suelen resultar bastante aparatosas en los lugares donde no abunda la nieve, sin embargo, debido a su poco peso, la adaptabilidad de sus laterales y su tamaño relativamente pequeño, las 999 resultan unas todoterreno válidas para terrenos muy variados.
ENTRE EL SENDERISMO INVERNAL Y EL ALPINISMO
Sin embargo, siempre solemos señalar que no existe el producto perfecto, y este tampoco lo es, sencillamente porque es imposible conseguirlo. Como contrapartida a sus características más alpinas, tenemos que decir que no es la mejor raqueta de nieve para terrenos llanos con una gran acumulación de nieve. Se defiende durante un rato, pero si nuestro itinerario transcurre por un terreno plano con mucha nieve en polvo, acabaremos bastante cansados, ya que las raquetas pierden flotabilidad, en la medida en que adquieren propiedades técnicas que no encontramos en otras raquetas.
En conclusión, se trata de unas raquetas más que recomendables para actividades situadas en la frontera entre el senderismo invernal y el alpinismo. Destacan por su peso ligero, la comodidad del calzado y descalzado, su resistencia, la adaptabilidad a todo tipo de terrenos y, sobre todo, su rendimiento en terrenos bastante alpinos donde otras raquetas no nos dejan progresar y nos obligan a calzarnos los crampones.
Podéis consultar aquí toda la información de la marca sobre el modelo.