"Corta pero exigente", impresiones de la segunda jornada de la Transalpine-Run
El corredor vasco Iker Karrera, que desechó finalmente la UTMB tras los últimos cambios de recorrido, ya lidera la Transalpine Run con 6 minutos de margen sobre sus perseguidores. La segunda etapa de la carrera era de "sólo" 35 kilómetros. Sin embargo esta distancia, que para muchos podría ser poco exigente, era más que engañosa.
Tras la salida los corredores se enfrentaron a una subida continua con 1000 metros de desnivel que se superaban a través de un estrecho camino de 10 kilometros con algunos pasos estrechos y peligrosos, equipados con cuerdas fijas, que ha provocado algún atasco importante.
Tras la subida, llegaba el tiempo del descenso con una bajada muy técnica de 7 kilómetros y 900 metros de desnivel sobre un suelo de piedra, barro y raíces muy resbaladizo en el que los participantes tuvieron que poner toda su atención para evitar lesiones. Posteriormente volvía el ascenso, 500 metros en 3 kilómetros y un segundo descenso de 4 km. El final de la etapa constaba de un tramo de 9 kilómetros con alguna colina.
"Cada 8, 10 o 12 kilómetros se suceden los puntos de control donde se puede encontrar agua, bebida isotónica, fruta, barritas, geles y en algunos, incluso, sopa, queso, chocolate, tomates o pepino, bueno por las sales que aporta. Realmente son muy completos. Mañana os traeremos más información desde el corazón de la Transalpine Run".
Queremos agradecer la ayuda de las marca Under Armour, Salomon, Compressport y GU para la participación del equipo OUTDOORACTUAL en esta aventura.