Escalar y volar
Parece que la última actividad hecha por Ueli Steck combinando el alpinismo con el Speedflying ha despertado o más bien no ha dejado dudas de por donde van los derroteros en un presente ya claro. Su actividad ha destacado especialmente por quién es. Obviamente no es lo mismo que lo haga Ueli, uno de los mejores alpinistas del mundo, a que lo hagan otros menos conocidos o muchos otros que hay por ahí que tienen nombre solo en su respectivo deporte, en este caso el speedflying o el salto BASE. Pero en cada actividad hay algunos fieras que están rompiendo barreras que hasta hace bien poco no las hubiéramos creído.
Voy a intentar aportar algo de información muy sencilla por si ayuda a aclarar algo más el asunto. No soy ningún experto entendido en cada disciplina pero de cara a escaladores y alpinistas creo que puede orientar algo más que la información confusa que siempre leo por las noticias.
El Speedriding nace de la posibilidad de volar en sitios donde bajar todo el rato esquiando sería imposible por lo vertical de las paredes en algunos tramos. Volar con un pequeño parapente te permite esquiar y volar en un momento dado el tramo en cuestión. Este tipo de vuelo probablemente sea el más exigente y depurado, necesita de mucha experiencia.
El Speedflying trata más de bajar volando cerca de la pared o incluso muy separado de ella, el sentido que tiene es que te permite ascender con un parapente muy ligero y que por su propio volumen reducido no te va a permitir volar como un parapente normal, su angulo de planeo es mucho menor. Este tipo de parapente cada vez está más desarrollado y son más ligeros, sobre unos 3 kilos, lo que amplia las posibilidades de subir y bajar de muchas cimas y combinar varias actividades en un mismo día. Lo que ha hecho Ueli en Suiza.
El Salto BASE es básicamente la caída libre desde un objeto fijo, lo que nos toca a escaladores, una pared que como mínimo tiene que tener una altura vertical cercana a los cien metros. Esto permite que en muchas paredes más altas sin son verticales se pueda bajar más rápido todavía.
El windsuit o traje de alas es la combinación del salto BASE con un traje que permite un cierto planeo (siempre en caída) y hace que además de separarte de la pared te permita volar literalmente muy cercano a las laderas como se está viendo ahora en algunos videos. Este tipo de vuelo requiere también de mucha experiencia y muchos vuelos antes desde avión. Con ciento y pocos metros permite el suficiente planeo para separarse de la pared aunque en paredes cortas no tenga mucho sentido al ser el vuelo demasiado corto.
Cada disciplina se está especializando cada vez más pero la combinación de alguna de estas con el alpinismo o la escalada hace las fronteras de lo posible en la montaña se amplien sin ningún tipo de duda. Yo solo espero no perderme parte de esta evolución tan intensa que se está viviendo justo ahora. El otro día Alexander Polli pasó por un agujero de poco más de 9 metros a más de doscientos kilómetros por hora en Montserrat, algo indescriptible y futurístico como pocas actividades hechas últimamente. El otro día estuve cuatro horas en la cima del Cavall Bernat para saltar y hacer el segundo salto, al final no pude por el viento, anteriormente ya lo había hecho El comandante Albrect, un cubano afincado en Barcelona, sin embargo al compararme con Alexander Polli, me dio la sensación de vivir un presente que más bien tiene que ver con un pasado reciente. Me recordaba a las escaladas de vías clásicas que siempre me ha gustado hacer, esta actividad no aporta nada a la montaña, pero para mi es importante, es lo que me ha hecho encontrar mi equilibrio personal entre una cima y la siguiente.