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“Ha sido una expedición muy dura que no nos ha dejado ni descanso ni respiro”

Redacción OutdoorActual16/01/2012

Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza ya están en casa. Este pasado domingo llegaban al aeropuerto de Loiu (Bilbo) tras un trayecto de más de 30 horas desde Punta Arenas. Pasados varios días desde el fin de la travesía antártica, es momento de echar la vista atrás.

Tras volar desde Sudáfrica, salieron con sus cometas, trineos de 170 kilos y esquíes desde la Base antártica rusa Novolazarevskaya el 16 de noviembre. Mes y medio más tarde, el 29 de diciembre, llegaban al Polo Sur en completa autonomía tras acumular 2.200 kilómetros de durísima travesía sobre el hielo antártico, con un viento a menudo desfavorable, un terreno en condiciones muy difíciles para los trineos y temperaturas de hasta 45 grados bajo cero.

El 9 de enero, tras 1.200 kilómetros en 11 días, cuando llegaron a la Bahía Hércules, cerca del mar de Weddell, los tres hacían historia: abrían una ruta de travesía antártica y se sumaban a la lista de otros 8 grandes que han conseguido cruzar ese inhóspito desierto de hielo, de mar a mar, pasando por el Polo Sur.

Para Alberto Iñurrategi, siempre humilde, ha sido una expedición satisfactoria: “Ahora de vuelta al trabajo del día a día. Para mí, el objetivo está cumplido y estamos satisfechos. Lo más duro ha sido la tensión que hemos vivido diariamente porque había muchas variables que podían hacernos renunciar al proyecto, además del frío: el miedo que hemos pasado cometeando por el mal terreno, los sastrugi afilados durante toda la travesía, la pérdida de sensibilidad en los pies… Pero iban pasando los días y las cosas iban saliendo y el frío bajaba de intensidad. En cuanto a la valoración de los que hemos hecho, no somos especialistas en expediciones polares y somos conscientes de que lo que hemos hecho no puede ser lo más difícil de estas travesías polares. Hay gente muchos más especializada en el manejo de cometas, pero la valoración final es satisfactoria”.

Más expresivo, Juan Vallejo declaraba que “No se ha cumplido al 100% todos los objetivos porque no hemos podido escalar en las Tierras de la Reina Maud, pero viendo las condiciones por las que hemos pasado mi valoración es positiva porque hemos conseguido la travesía polar. Ha sido una expedición muy muy dura que no nos ha dejado ni descanso ni respiro. En más de un momento, hemos pensado que no llegábamos y por ello, nos poníamos objetivos a muy corto plazo. Poco a poco los hemos ido cumpliendo”.

Por su parte, Mikel Zabalza daba fe de la dureza del recorrido: “Mi sensación es también positiva pero este tipo de expediciones no son para repetirlas varias veces porque son físicamente muy duras pero psicológicamente más duras aún. Los primeros días me costaba seguir a estos dos; el sufrimiento físico era enorme. No hay momento para descansar, no existe ese reposo del campo base en el que puedes evadirte un poco. En la Antártida, en una travesía así la suma de las condiciones extremas de cada día es lo que te mina psicológicamente. Así que es cierto que estar bregado en la montaña, en el frío ayudan. Pero, la mejor preparación para seguir adelante sin rendirte es la ilusión…la motivación”.