Aspromec vuelve a pulsar el estado del sector mecanizador

El pasado 21 de mayo Aspromec organizó en Bilbao el primer Observatorio del Sector Industrial en un acto en el que, junto a los miembros de esta asociación, participaron empresas tractoras y del sector metalmecánico. El objetivo de esta nueva acción de Aspromec es conocer las expectativas y los retos del sector.

El Observatorio del Sector Industrial es una iniciativa que se enmarca en el objetivo fundacional de Aspromec, es decir, el fomento de la competitividad entre los mecanizadores, pieza clave en el entramado del sector metalmecánico. Además de los numerosos encuentros con empresas celebrados a lo largo de los últimos años, Aspromec realizó en 2011 el primer estudio Aviva, un concienzudo análisis del mecanizado en España. Recogía datos objetivos sobre un sector, entonces sin identidad, el del mecanizado, pero que necesitaba actualizarse para adaptarse a los nuevos requisitos del mercado tanto interior como global, de la misma manera que también tenía que ponerse al día en materia de exigencias de producción y gestión de las empresas.

Este año, Aspromec está retomando el pulso al sector para lo cual ha iniciado una rueda de contactos con empresas referentes en el mismo. El objetivo es recoger información en un Foro/Observatorio que sirva de análisis del sector industrial en diferentes puntos estratégicos, así como para actualizar los puntos desarrollados en el Proyecto Aviva I y redactar una serie de conclusiones que se presentarán más adelante.

La primera reunión tuvo lugar el pasado 21 de mayo en Bilbao y los temas tratados fueron los siguientes:

• Dimensionamiento del sector del mecanizado.
• Factores clave para la competitividad ante el futuro próximo.
• Identificación de las necesidades actuales y futuras de las empresas tractoras.
• Análisis de la demanda potencial de otros países.
• Análisis de la estructura / equipamiento / soluciones - ofertas aportadas del mecanizador actual.
• Soluciones, medidas u correcciones a tomar en base a los cambios futuros que afectarán al sector.

Inauguró la sesión Francisco Moreno, presidente de Aspromec y director general de Tebis, quien explicó en primera instancia el objetivo de la iniciativa y anunció la celebración de otras similares a lo largo del presente año. A continuación, se dio paso a un debate interesante en el que participaron los propios socios de Aspromec y los representantes de las empresas invitadas.

En el estudio Aviva de 2011 se estableció que el sector del mecanizado está compuesto por unas 6.000 empresas y se dedujo que el dimensionamiento era un reto importante para los mecanizadores. Efectivamente, como se dijo en la reunión de Bilbao, el tamaño es importante, especialmente en sectores exigentes que operan a largo plazo como el aeronáutico. Las inversiones se retornan en plazos largos, hay que tener capacidad de financiación, poder gestionar la calidad y realizar otros trabajos además del mecanizado.

En este sentido hay una sensación entre las empresas tractoras de que el mecanizador medio en España “está lejos” de lo que necesitan sus clientes. “Necesitan invertir y mejorar sus procesos”.

Ante esta realidad, se pusieron sobre la mesa iniciativas que ya existen de empresas que se han unido para poder ofrecer a clientes soluciones que requieran de más dimensión.

Sin embargo, desde el otro punto de vista, los escasos márgenes de los mecanizadores dificultan su crecimiento. También se puso de manifiesto el miedo de los mecanizadores con capacidad de inversión a la respuesta de las empresas tractoras. “Hay que ser atrevido, tener vocación y pasión para trabajar con empresas de ámbito internacional”.

Un modelo que se presentó como interesante, y con el que se trabaja con frecuencia en el sector aeronáutico, es el de la colaboración con una OEM como socio de riesgo, una forma de operar en la que se comparten riesgos y beneficios. Esto te hace dueño del riesgo, de los problemas, pero también de la producción, lo cual te asegura un mercado a largo plazo.

En el debate se afirmó que las empresas subcontratistas son muy buenas produciendo, pero no tanto en su adaptación a las necesidades del mercado. La competitividad no se basa solo en la máquina sino en otras habilidades. Invertir en conocer bien al cliente, así como conocimientos de gestión y de innovación son muy importantes. Por otro lado, el peso de la oficina técnica tiene que ser mayor. La tecnología es importante, el equipamiento también, pero cómo se utiliza esta tecnología es una clave del éxito.

En definitiva, la parte ‘smart’ de la fabricación es lo que algunas empresas tractoras echan de menos en sus suministradores y, probablemente, la parte de una empresa en la que queda un camino por recorrer. Pero también el mecanizador tiene necesidades, entre otras, un acceso más personalizado a su cliente, con el que se pueda debatir sobre el plano, en el que haya alguna capacidad de influir en esa fase de la producción.

Como se dijo en la mesa de debate, la empresa tractoras quiere a veces “gente que aporte, que sean más listos que nosotros, que nos hagan mejores incluso en cosas pequeñas”.

La internacionalización de la producción fue otro de los temas que interesaron a los participantes. El mecanizador se ve muchas veces en la necesidad de implantar una producción local allá donde su cliente lo requiere. Se habló de la viabilidad de países como México o Rumanía y del problema de encontrar personal cualificado en ese tipo de países en los que el desempleo es muy reducido. Pero también es muy relevante saber transmitir que hay algo más que una transacción económica, algo ajeno a lo puramente industrial y puramente técnico.

Para una pyme, en cualquier caso, es muy complicado tener la capacidad de implantarse en otro país. Es más, acudir al mercado internacional solo como mecanizador no tiene un futuro fácil, es obligatorio portar otro valor añadido.

Este último aspecto está en relación con la creciente sofisticación del mecanizado, en concreto de los materiales a mecanizar. Si el futuro está en saber dedicarse a las piezas críticas, además de mecanizar, hay que hacer montajes, producir en condiciones de salas blancas, aportar más a la mera producción de una pieza... Es más, se llegó a decir que la tecnología de mecanizado es ya, en muchos casos, un ‘commodity’.

El cambio que está suponiendo el debate sobre el coche eléctrico o los motores diésel, así como el futuro de la fabricación aditiva, cerraron una reunión que servirá como punto de partida para esta nueva iniciativa de Aspromec.