Precisión con dos cuchillas para el colector de escape del motor
La separación de tubos es un arte en sí misma. Se considera que un proceso es preciso cuando se evitan los recortes y es posible realizar otras fases consecutivas inmediatamente. De esta manera, en la tecnología de gases de escape del sector automotriz, por ejemplo (por lo menos, en lo referente a los colectores de escape del motor), se necesitan frecuentemente tubos cortos que presentan varias curvas en una secuencia estrecha. Siempre existe la posibilidad de doblar piezas ya cortadas. Pero en estos casos suele ocurrir que las piezas de trabajo están recortadas por un lado o ambos lados y en ciertas circunstancias también se deben conformar.
Transfluid ofrece la solución perfecta, tal como explica la directora general de la empresa, Stefanie Flaeper: “Con nuestra cartera de productos componemos máquinas y sistemas que se cargan con longitudes de tubo, según los requisitos. Primero, se doblan los tubos y, a continuación, se separan con cuchillas. Lo interesante es que este proceso se ejecuta al mismo nivel que la curvadora y, de esta manera, es posible eliminar por completo los recortes o reducirlos al máximo”. Los tubos se pueden cortar con dimensiones finales. El corte de separación puede tener, según el tamaño del tubo, un ancho desde 2 hasta 3 mm. “Esto es exactamente, en lo que se refiere a rentabilidad para piezas de curva cortas con relativamente muchas curvas, una posibilidad de producción alternativa, que añade valor”, aclara Stefanie Flaeper.
Primero se doblan los tubos y, a continuación, se separan con cuchillas en diferentes secuencias. Foto: Transfluid.
Separación limpia y por muchas caras
Las distintas formas de separación garantizan que, según la utilización, se logren resultados óptimos. Especialmente para los tubos grandes en el área de gases de escape de vehículos, p. ej., con diámetros de 127 mm, se recomienda separar solo con una cuchilla, aunque se produzca una pequeña deformación del diámetro exterior. Ésta no supone un problema puesto que el extremo del tubo todavía se debe conformar o calibrar. “Cuando se separan los tubos con dos cuchillas, se consigue generalmente un corte de separación considerablemente limpio. La ventaja es que no se produce una deformación del tubo. Conseguimos un corte de separación absolutamente recto y afilado.”, enfatiza la directora general de transfluid. Asimismo, en estos casos se puede realizar directamente una conformado. Con los tubos más pequeños este procedimiento suele funcionar mejor porque, en caso de una deformación hacia adentro, ya no se puede utilizar una herramienta de conformado. En estos casos, el diámetro es simplemente demasiado pequeño.
En la práctica: un sistema con empleo de robots
Un equipo desarrollado por Transfluid en el contexto de un proyecto actual permite el curvado de tubos de hasta 60 mm, con un radio de doblado de 1 x D. La mayoría de los tubos aquí producidos dispone de entre dos y tres codos. El corte se realiza inmediatamente después del último codo. No se precisa ningún recorte adicional posterior. La curvadora de esta solución dispone de empujador (Centre-Line-Booster) y de tres niveles de doblado, además del nivel en el que se emplea la herramienta de corte.
Otro equipo adicional, que fue entregado hace muy poco tiempo por Transfluid por primera vez, es capaz de mecanizar en la práctica tubos con un diámetro de hasta 60 mm. El equipamiento de la máquina se asemeja a la anteriormente mencionada. No obstante, en este caso, la manipulación completa se realiza mediante cuatro robots. Las máquinas se han diseñado para coordinarse entre sí, de tal manera que todas las piezas de trabajo se desplazan alternándose. El equipo puede mecanizar sin recortes cada vez un juego de tubos para el colector de escape del motor, compuesto de cuatro tubos distintos. A continuación, un robot coloca los tubos directamente en el mecanizado de los extremos. Estos componentes del sistema conforman los tubos asimétricamente para que estos se puedan soldar de forma compacta con la brida del motor en una operación de trabajo separada. Para ello, los robots de manipulación vuelven a operar finalmente, poniéndole a disposición un juego de piezas al respectivo robot de soldadura siguiente.
Ambos equipos ejecutan el proceso de separación con dos cuchillas, puesto que lo importante para un resultado de producto óptimo es un corte de separación excelente.