La optimización de la calidad, el uso de las TIC o la innovación, principales retos para la industria

En 2014 la industria española generó aproximadamente el 16% del valor añadido bruto (VAB) total de la economía, por debajo de la media europea, cifrada en el 17%. El peso de nuestro sector industrial, ya antes de la crisis, era menor que el de nuestros vecinos comunitarios, la desindustrialización se agudizó en los últimos años fruto de su estrecha relación con el sector construcción. En 2015 hemos asistido a un crecimiento lento de la economía en términos globales, con un repunte del sector industrial motivado por el aumento del consumo interno y de las exportaciones. En este contexto, nos encontramos con que el sector debe aumentar su eficiencia y su productividad para ser competitivos y deben hacerlo centrándose en tener personal cualificado, mejorando sus procesos e incorporando tecnología para apoyar su eficacia.

El presente estudio, elaborado por Cosmo Consult, se ha realizado entre 81 empresas con una facturación superior a los 25 millones de euros. Tiene como objetivo identificar los principales retos a los que se enfrenta el sector así como detectar áreas de mejora para ser más competitivos y productivos.

El sector industrial ha contribuido en los últimos años a mejorar las exportaciones, con un importante efecto arrastre sobre el resto de sectores sobre los que actúa como dinamizador del tejido industrial. Pero en el otro lado de la balanza, la creciente competencia de productos industriales, procedentes de los países emergentes, se ha convertido en un importante desafío. Además, la dificultad de financiación ha limitado el crecimiento del sector y el desarrollo de proyectos de inversión.

Retos del sector de la fabricación. Fuente: Cosmo Consult.

Por su parte, el sector fabricación se enfrenta a una serie de retos para ser más competitivo y rentable. Así, el 48% de las empresas consultadas consideran algo importante el reto que representa la gestión óptima de la cadena de suministro, un 12% lo consideran poco importante y un significativo 35% piensan que es muy importante afrontar una optimización de la cadena de suministro. Predecir y regular los ciclos de consumo adaptando la producción y asegurando el servicio en el tiempo y calidad acordados con el cliente, representa un reto bastante importante para el 55% de las empresas, un reto importante para el 18%, mientras un 17% lo reconocen como un reto no prioritario para sus compañías.

El tercer reto es reducir el coste de las operaciones, maximizando la eficiencia y sin comprometer la capacidad de crecimiento, lo cual es bastante o muy importante para el 70% de las empresas. Por otra parte, aumentar la calidad en todo el proceso de producción representa un reto muy importante para el 59% de las empresas.

Por último, existe la necesidad de mejorar el tiempo de entrega de los productos al mercado con objeto de ser más competitivos, un hecho reconocido por el 83% de las empresas consultadas.

En resumen, gestionar de forma óptima tanto la cadena de suministro como la demanda, reducir los costes de operación, mejorar la calidad y el tiempo de entrega, suponen los grandes desafíos del sector fabricación para los que la tecnología se presenta como un aliado imprescindible.

Una de las principales debilidades de las empresas españolas es su escasa competitividad. La solución para corregir este problema es una apuesta clara por la innovación en la empresa. Innovar para competir y crecer, pero también innovar para presentar una nueva propuesta de valor al mercado. Es posible innovar en los procesos de trabajo gracias a la incorporación de nuevas tecnologías que nos permitirán ser más eficientes, así como en el ámbito de la atención al cliente, para poder ofrecer un servicio cada vez más completo a los clientes.

Factores de competitividad. Fuente: Cosmo Consult.

La innovación en los procesos busca nuevos caminos para lograr la optimización necesaria que nos permita hacer frente a las demandas del cliente. De este modo, la innovación en los procesos para ser más competitivos es considerada muy importante para el 42% de las empresas, bastante importante para el 29% y algo importante para el 23%.

La innovación en productos y servicios es una de las principales palancas de crecimiento al alcance de las organizaciones, como así lo demuestran los resultados de este estudio que revelan que es un aspecto muy importante para el 35% de las empresas.

Si hay un sector influido por la globalización es sin duda el sector de la fabricación. En este contexto, las grandes empresas aparecen vinculadas a empresas que poseen redes financieras y tecnológicas, lo que les permite adaptarse mejor y más rápidamente a los mercados. Así, para el 48% de las empresas, la globalización es un factor importante para ser más competitivos.

Atraer y retener a los profesionales más productivos y cualificados es bastante o muy importante para el 77% de las empresas, conscientes de que la gestión del talento es el primer paso hacia el éxito.

La incorporación de la tecnología continúa siendo la mejor aliada para el 87% de las empresas, en el intento por mejorar la competitividad de sus empresas, posibilitando la apertura a nuevos mercados y optimizando los procesos de gestión interna.

Por último, mantener una estrecha relación con nuestros clientes para captar sus necesidades y proporcionarles productos y servicios de alta calidad es muy importante para el 41% de las empresas, que ven en la satisfacción el elemento clave para retener a sus clientes.

Como conclusión, innovar en procesos y productos, hacer de la globalización una oportunidad, buscar y retener el talento en nuestras organizaciones, mejorar la relación con los clientes e incorporar la tecnología se presentan como los elementos necesarios para ser competitivos.

El vínculo entre la industria y la tecnología se ha ido conformando durante las últimas décadas mejorando la productividad y haciendo más eficientes todos los procesos. Pero también nos permite el desarrollo de nuevos productos que incorporen la tecnología como fuente de ventaja competitiva y que se identifiquen con las necesidades de los clientes. No obstante, la tecnología debe estar integrada entre las prioridades estratégicas de la empresa, para ganar eficacia en la obtención de resultados.

Factores de mejora. Fuente: Cosmo Consult.

Impulsar la innovación es bastante o muy importante para el 76% de las empresas. No se trata de que la empresa pueda desarrollar innovaciones con éxito en ocasiones sino de elevar la necesidad de innovar de forma permanente, utilizando para ello desarrollos tecnológicos que sean eficientes. La salida al exterior ha sido una estrategia eficaz para crecer en los peores tiempos de la crisis, por tanto, impulsar la internacionalización como fuente de crecimiento sigue siendo importante para el 23% de las empresas y bastante importante también para el 26% de los encuestados. Otro aspecto valorado, es la capacidad que nos aporta la tecnología para mejorar la visibilidad del negocio que goza del reconocimiento de un 35% de las empresas. Un 17% le reconocen mucha importancia, frente al 23% que piensan que aporta solo algo de visibilidad y el 13% restante que señala que la aportación de la tecnología a la visibilidad del negocio es escasa. La tecnología también mejora en algo la reducción de costes para el 42% y en bastante o mucho para el 58% de los encuestados.

Además, ayuda en la búsqueda de nuevos clientes, así lo considera el 54% de las empresas, y apenas es útil para mejorar la posición financiera de la compañía, como lo pone de manifiesto un contundente 73% de las empresas.

Mejorar la eficiencia a través de la implantación de la tecnología es importante para el 35% de las empresas, que ven también en la retención del talento un ámbito de aplicación algo o bastante útil para el 60% de las empresas y es de gran ayuda en la retención de clientes para el 59% de las compañías. Para el 70 % de las empresas, la tecnología es la impulsora de la transformación digital de la industria. Como conclusión, impulsar la innovación, salir al exterior, mejorar la eficiencia, retener talento y clientes, reducir costes y transformar digitalmente de la empresa, son algunos factores que se ven favorecidos con la implantación de las nuevas tecnologías.

Una gestión eficiente de la tecnología necesita tener en cuenta aquellos aspectos relativos a la capacidad de adquirir las herramientas y las soluciones tecnológicas que se necesitan, así como aprender y adquirir capacidades al incorporar tecnología a los procesos.

La tecnología, como hemos visto, es uno de los factores que más puede contribuir a mejorar la competitividad empresarial y aunque por sí misma no garantice el éxito es indudable que es un elemento que aporta impulso para mejorar la productividad de las empresas.

Sin embargo, son muchas las barreras que nos encontramos en una organización a la hora de incorporar tecnología, dificultades tanto de índole económico como relacionadas con la falta de formación o con la inadecuación de las herramientas a las necesidades del sector.

Barreras a la incorporación TIC. Fuente: Cosmo Consult.

En este sentido, existe una dificultad por parte de los responsables encargados de adquirir tecnología en las organizaciones para justificar la inversión de la misma, como reconocen el 41% de las empresas.

La dificultad de uso se presenta, para el 35% de las empresas, como otra barrera algo importante a la hora de incorporar tecnología y bastante importante para el 25% de las mismas.

Pero sin duda el coste es el factor determinante a la hora incorporar tecnología en las organizaciones siendo bastante importante para el 47% y muy importante para el 29% de las compañías.

La falta de conocimiento de las aportaciones que la incorporación de la tecnología puede suponer para las empresas se presenta como otra barrera determinante a la hora de su implantación, algo importante para el 38% de los casos, bastante importante para el 23% y muy importante para el 29% de las empresas. Por último, la inadecuación de las soluciones tecnológicas a las problemáticas concretas del sector es señalada como una barrera muy importante en el 23% de los casos.

Como conclusión, superar las dificultades prejuiciosas que todas las organizaciones manifiestan a la hora de implantar tecnología no siempre es tarea fácil, pues supone tambalear el status quo y someter a las organizaciones y a las personas a salir de su zona de confort, enfrentándolas con nuevas formas de hacer las cosas, con inversiones importantes y con necesidades de formación concretas. Pero sólo si somos capaces de poner en valor el peso que la tecnología tiene proporcionaremos a las organizaciones la capacidad para ser más competitivas y productivas.

El crecimiento de información en las organizaciones supone un activo de gran valor si las dotamos de la capacidad para gestionarla. Por el contrario, la organización que no sea capaz de enfrentarse al reto de analizar y gestionar toda su información perderá productividad y no logrará ser competitiva en un mercado global.

Retos con la información de producción. Fuente: Cosmo Consult.

En ocasiones los datos incluyen información escondida a la que no podemos acceder, algo en lo que están bastante de acuerdo el 25% de las empresas. Para el 59%, los datos están disponibles cuando se necesitan, sin embargo para un 46% el volumen de datos es demasiado grande, lo que dificulta la toma de decisiones. Un significativo 50% está bastante o muy de acuerdo en establecer mecanismos para compartir la información interdepartamental.

El tratamiento de los datos y de la información nos muestra oportunidades, como la identificación de nuevas tendencias a través del análisis de los comportamientos, algo en lo que el 48% de las empresas está bastante o muy de acuerdo y también nos permite identificar mejoras incrementales, en lo que el 67% de las empresas está también bastante o muy de acuerdo.

Como conclusión, el manejo de los datos y la información nos plantea retos y oportunidades, el acceso a los datos necesarios para una correcta toma de decisiones y la ayuda a mejorar e identificar nuevas tendencias.

El aumento de la eficiencia y la productividad, constituyen los objetivos esenciales para las empresas del sector fabricación. Por ello, el reto de la mejora continua en los procesos de producción es muy importante para el 58% de las empresas, así como establecer una estrategia de gestión de riesgos, aspecto también muy importante para el 43% de las organizaciones.

Prioridades en producción. Fuente: Cosmo Consult.

Disponer de herramientas que permitan gestionar los procesos de producción es un aspecto para el que se muestra un interés moderado por parte de las empresas, el 41%. Aunque para el 46% es bastante o muy importante contar con soluciones que en sus procesos de producción les permita ser más flexibles, competitivas y eficientes.

Las soluciones relativas al Business Intelligence, Big Data y herramientas analíticas no son prioritarias para el sector. Un 31% las reconoce como poco importantes, un 29% como algo importantes, y tan sólo el 23% de las empresas encuestadas consideran bastante o muy importante las herramientas relacionadas con el manejo de datos para contribuir a su competitividad.

En cuanto a la valoración por parte del sector del año 2015 hay que poner de manifiesto que es muy positiva para el 17% de las empresas, bastante positiva para el 42% y algo positiva para el 41% que han asistido en este periodo a un repunte en términos globales. Así mismo, el 59% de las empresas esperan que el 2016 sea un año bastante positivo y muy positivo para otro 17%. El sector, por tanto, mantiene una expectativa optimista en cuanto a su competitividad para los próximos meses. En esta senda de crecimiento, la tecnología será el aliado principal para conseguir una mayor productividad y eficiencia en sus procesos productivos.