Platea cumple 10 años de compromiso con la investigación del acero
Platea —Plataforma Tecnológica Española del Acero— cumple su primera década de actividad con 52 miembros y 390 millones de euros en propuestas de I+D+I alrededor del acero. Estos proyectos cubren un extenso campo de actuación que abarca desde los procesos internos de la fabricación de acero, sus materias primas, medioambiente, ergonomía, seguridad… hasta mejora de capacidades técnicas del personal siderúrgico, una amplitud que es paralela a la flexibilidad de aplicaciones del propio material.
Pionera de las Plataformas Tecnológicas, cuenta con el apoyo de los agentes implicados en la I+D+I relacionada con el sector siderúrgico: productores, usuarios, centros tecnológicos y de investigación, universidades, sindicatos y administraciones públicas. A lo largo de esta década ha promovido la participación en proyectos autonómicos, nacionales e internacionales por valor de casi cuatrocientos millones de euros, muchos de ellos seleccionados en convocatorias de I+D+I en régimen de concurrencia competitiva, destacando proyectos internacionales como la colaboración paneuropea en la innovación siderúrgica, germen de la actual Unión Europea.
Platea es una plataforma abierta, compuesta por más de 50 miembros activos y colabora con otras plataformas tecnológicas en áreas en las que ofrece sinergias y mejores respuestas a los retos sociales. Se estructura en 6 áreas, mediante Comités Técnicos de Innovación en proceso y producto, Movilidad (medios de transporte y logística), Construcción, Energía (como sector), Medio Ambiente y Recursos Humanos.
La versatilidad y la reciclabilidad hacen que el acero constituya un baluarte de la economía circular. Las actividades en I+D+I posibilitan que las ventajas del acero se extiendan al mayor número de sectores usuarios posibles. Sin I+D+I, la siderurgia -ni ningún otro sector- puede plantearse un futuro.
Apoyada por su Agencia Estratégica de Investigación, Platea está consolidada como referencia nacional e internacional, promueve líneas de investigación a corto, medio y largo plazo; realiza jornadas divulgativas en escuelas técnicas y universidades para atraer a los jóvenes hacia el sector; publica informes y colabora en la definición de líneas de actuación para que las administraciones puedan valorar la idoneidad de las acciones de apoyo a la I+D+I.