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Crea la cocina de tus sueños: Guía de diseño y funcionalidad
Una serie de consejos y ayudas es lo que se muestra a lo largo de este artículo para poder diseñar una cocina que combine lo estético con lo funcional, seleccionando la distribución ideal que refleje la personalidad y el estilo de vida de cada cliente, con el objetivo de crear un espacio único y práctico para cada uno.
Cocina en isla, ideal para espacios grandes.
La cocina es el corazón de todas las casas, ya que son espacios donde se comparten distintos momentos del día a día. No obstante, diseñar una cocina puede ser un desafío para muchos porque requiere una muy buena organización de electrodomésticos, equipamiento, superficies de trabajo y almacenamiento para lograr un buen ambiente en armonía y funcional.
Planificar el diseño es importante para optimizar la funcionalidad y la ergonomía. En la siguiente guía se pueden consultar algunos consejos para crear cocinas a gusto de cada uno.
Entendiendo el uso del espacio
Antes de empezar a diseñar cualquier cocina hay que hacerse algunas preguntas: ¿quiénes va a usarla?, ¿cuál es su estilo de vida?, ¿cómo son las rutinas diarias? Hay que analizar las necesidades y los hábitos de cada miembro porque cada detalle influye en la distribución de los espacios.
Si se suele cocinar con mucha frecuencia o recibir muchas visitas se tiene que apostar por un diseño que facilite estas actividades. El número de integrantes y sus funciones dentro del hogar también son importantes para su organización como tener un ambiente acogedor para que refleje la personalidad y los gustos de la familia.
Un buen diseño hará que la cocina sea más cómoda y eficiente. Si la cocina presenta un espacio abierto fomentará la interacción familiar y social y, si se apuesta por las sostenibilidad, hay que optar por productos eficientes y ecológicos. Tener en cuenta todos estos factores garantiza que la cocina sea un espacio práctico y placentero, adaptado a las rutinas y preferencias de quienes la disfrutan.
También, medir bien la estancia es imprescindible: paredes, ventanas, puertas. Esto ayudará a planificar el diseño del espacio con la máxima naturalidad posible. Eso sí, hay que consultar con los profesionales.
Zonas funcionales en la cocina
- Zona de lavado: el fregadero siempre tiene que ir en el centro. Si se apuesta por instalar un lavavajillas se debe colocar según si eres diestro o zurdo, es decir, a la derecha o a la izquierda, para facilitar el uso. Debajo de la zona de lavado se recomienda instalar el sistema de residuos para optimizar el trabajo y que no haya objetos de por medio que impidan hacer otras tareas.
- Zona de preparación: ubica la zona de preparación a la derecha del fregadero, asegurando que todos los utensilios necesarios estén al alcance. Esto hará que la elaboración de alimentos sea más eficiente y cómoda.
- Zona de cocción: esta debe estar integrada con la de preparación. A mano siempre se recomienda tener los utensilios para cocinar. El horno se puede ubicar en un lado, ya que no es una herramienta de uso frecuente en la mayoría de casos.
- Zona de despensa: se debe colocar el frigorífico cerca del área de cocción para acceder de forma fácil a los alimentos mientras se cocina. Se recomienda poner el frigorífico a una distancia que se pueda abrir sin dificultad.
- Zona de almacenaje: con el uso de accesorios interiores se puede optimizar el almacenaje de productos y utensilios. No hace falta que esté en el centro de la cocina, pero sí en un lugar accesible. En el mercado se pueden conseguir accesorios para optimizar el espacio de almacenamiento.
Tipos de distribuciones
Existen distintos tipos de configuración de una cocina. A continuación se muestran unos cuantos:
- Cocina lineal: es ideal para espacios estrechos, ya que permite un trabajo eficiente. Hay que asegurarse hay espacio entre el fregadero y los fogones. Se recomienda una medida de unos 3,6 m de largo.
- Cocina en isla: esta configuración proporciona un área de trabajo adicional y fomenta la interacción social. Hay que asegurarse mantener 1 m de margen entra las zonas de trabajo. Ideal para espacios grandes.
- Cocina en forma de U: Es un sistema que permite añadir un espacio adicional para comidas rápidas. Eso sí, hay que mantener el triangulo de trabajo dentro de los parámetros óptimos.
- Cocina en L: es una distribución habitual que permite concentrar todo el trabajo de un lado y dejar el resto despejado.
- Cocina en paralelo: en esta distribución, el fregadero, el lavavajillas y los fogones están en un lado, mientras que el frigorífico se encuentra en la pared opuesta. Hay que asegurarse que haya suficiente espacio entre las encimeras para permitir un uso eficiente.