Una reforma integral en Barcelona con un 'feeling' muy natural
Todo el proyecto de interiorismo desprende un estilo nórdico moderno, en el que los materiales son protagonistas. Fotografías: Montse Garriga©.
“Querían una zona de día totalmente abierta y orientada a la terraza con vistas despejadas al parque, además del uso de materiales como la madera y el deseo de mucha luz natural”, explica Xavi Martinell, director de Luzio Studio, responsable de la reforma y decoración, al hablar del punto de partida del proyecto.
Y así se hizo, dando como resultado un piso que desprende un estilo nórdico moderno, determinado, sobre todo, por el uso de maderas claras y de suelos continuos que tanto les gustan. “Cuando entras en la vivienda notas unas sensaciones muy agradables al tacto, suaves, y visualmente todo resulta liso, amplio, limpio, luminoso…”, apuntan desde el estudio. El predominio del roble macizo “ayuda mucho, con su frescor y calidez, a este ‘feeling’ tan natural que desprende el ambiente”, añaden los autores del proyecto.
Concebido como un espacio diáfano, el único pilar que no se pudo eliminar cumple diferentes funciones según los espacios. Fotografías: Montse Garriga©.
Un gran módulo central multifunción, protagonista
Gracias a la estructura de hormigón del edificio, el derribo del piso fue total, por lo que, al no mantener ninguna pared original, el proyecto partía de cero completamente, salvo una excepción: el único pilar maestro situado en el centro del área social. Pero esto no fue un inconveniente para Luzio Studio, ya que supo cómo aprovecharlo para diseñar una de las piezas más interesantes del proyecto que hace de eje vertebrador de la zona de día.
Dada la predilección de los propietarios por la madera, era evidente que este gran módulo central cuadrado –que, según cada lateral, ofrece diferentes funciones a estancias como el recibidor, la cocina, el comedor y el salón– debía recubrirse de acabado roble. Su visión protagonista nada más entrar en la vivienda presenta y ensalza el uso de este material noble, tan presente en todo el proyecto, tanto en las diferentes piezas de mobiliario, como en revestimientos de palillería y carpintería interior y exterior.
Y sobre esta base nórdica moderna, con una paleta de colores muy suave, destaca la presencia de distintas obras de arte, clásicas y modernas, tanto de pintura como de escultura, “con la idea de añadir interés visual y ecléctico a dicho estilo”, explica Martinell, “capaces de lucir en paredes de distintos acabados”. Y entre todas las obras, mención especial se merece la gran obra de Tàpies que preside el comedor y que se tuvo en cuenta desde el minuto uno del proyecto “para darle espacio y pensar bien los acabados de su entorno con la idea de que luciera”.
Para el suelo, se eligió un microcemento en color gris claro que aporta continuidad visual. Fotografías: Montse Garriga©.
Una distribución diáfana
Partiendo de una distribución completamente nueva, se buscó la orientación de poniente, con sol de tarde, para la zona de noche y el sol de la mañana para la de día, y ambas con vistas al parque que rodea el edificio. Y esa luz es clave en el proyecto para acompañar el 'feeling natural' que desprende el uso de la madera de roble natural en prácticamente todas las estancias, ya sea en mobiliario, carpinterías, revestimientos, etc.
Y en esta envolvente de materiales naturales y una paleta cromática muy neutra y suave, el gran protagonismo de la reforma se lo lleva el módulo central, un pilar de hormigón revestido de madera, que vertebra toda la zona de día, dispensando diferentes usos según la estancia.
El piso se distribuye en una gran zona de día abierta que abarca recibidor, salón, comedor y cocina, aseo de cortesía, terraza y zona de lavandería, con vistas al parque y sol de mañana. Y en la parte posterior, con vistas al parque y sol de poniente, se encuentran los dos dormitorios de los hijos, el baño que comparten, un despacho y la gran suite con vestidor.
El recibidor, en su condición de espacio central del piso, es la estancia más oscura, de ahí que el estudio decidiera dejarlo abierto a la zona de día. El acceso a la cocina se determinó con unas puertas correderas con marco de madera y vidrio con la idea de que, aunque cerradas, permitieran igualmente dejar pasar la luz a la entrada.
El suelo de microcemento gris claro elegido por los propietarios –en el que se prescindió de los zócalos, a petición expresa de los propietarios– se presenta ya con la continuidad visual que facilita esta sensación de apertura entre espacios; prueba de ello es que, desde el recibidor, frontalmente, se tiene ya una visión parcial del salón, potenciada por el hecho de que no existe ningún elemento divisorio ni puerta.
Inevitable resulta ya desde el recibidor también la visión del módulo que esconde el pilar de hormigón, situado en el centro de la zona de día. Está recubierto de madera de roble, y el lateral del recibidor muestra un revestimiento de palillería, el mismo que luce el salón, y que sirve de apoyo a un pequeño mueble.
Todas las zonas de día se encuentran distribuidas en torno al pilar central y comparten estilo y acabados. Fotografías: Montse Garriga©.
Una espaciosa zona de día
El salón comedor queda distribuido en diferentes ambientes gracias a la disposición del mobiliario. La zona de estar está presidida por un gran sofá esquinero con chaise longue, junto a una butaca con reposapiés, que mira al módulo central donde se sitúa el sistema multimedia, además de un gran televisor y home cinema. Las paredes son una combinación de paneles de listones de roble natural para la principal –y que sirven para ocultar el radiador– con otras lisas pintadas.
En cuanto al comedor, situado más próximo a la terraza, está presidido por una gran mesa de roble a medida con sillas de piel y sobre ella cuelga una lámpara escultura de bolas de cristal de Murano que simulan unas ramas, haciendo un guiño a las vistas del parque. El lateral del módulo central que da al comedor son unas puertas de armario de palillería que ocultan la cristalería del bar.
La limitación mural de la zona del salón revestida de listones de roble acaba donde empieza la pared lisa junto a la mesa del comedor destinada a lucir el gran cuadro de Tàpies, definiendo con ello también los dos ambientes de este espacio comunicado con la terraza gracias a unas grandes cristaleras enmarcadas en madera de iroco.
Por su parte, la cocina hecha a medida en roble natural potencia el estilo nórdico que buscaban los propietarios e incluye una gran península que, por un lado, hace de separador respecto al comedor con la zona de cocción y extracción vertical integradas en la placa y, por otro, sirve de apoyo para una gran barra de desayunos junto a una vitrina verde que complementa el frente. Esta pieza es la única que muestra un toque cromático distinto, en un suave verde oliva para las puertas, y en la parte inferior queda oculto el radiador. Y junto a ella, se dispone un pequeño rincón de lectura con dos butacas, una lámpara de pie y unas mesas auxiliares.
La palillería de roble en los revestimientos y los obras de arte son una constante en todo el proyecto, ya desde el recibidor, que se abre a la luz natural mediante un acristalamiento. Fotografías: Montse Garriga©.
Zonas privadas
Desde el recibidor, a mano izquierda se ubica la zona de noche del piso, con un pequeño distribuidor desde el que parten los dormitorios. El principal del matrimonio se abre a un gran vestidor revestido de suelo a techo con paneles de listones de roble natural, sin ninguna maneta, ocultando numerosos armarios, e incluso el acceso al dormitorio. Este dispone de un rincón junto a la ventana orientada al parque con sol de tarde, para leer o sencillamente relajarse, sobre la mítica ‘chaise longue’ de Le Corbusier.
El dormitorio en suite sigue el estilo del resto de la vivienda, con un arrimadero alistonado a modo de cabecero y cuenta con baño y vestidor. Fotografías: Montse Garriga©.
El gran cabezal de la cama sigue el hilo conductor de los listones de madera de roble natural presentes en la zona de día e incluyen sendas mesitas de noche suspendidas a medida.
El baño principal queda abierto al vestidor por puertas correderas de vidrio con marco de roble y en su interior se presenta una gran ducha doble y un mueble a medida de roble sobre el que se apoyan dos lavabos de piedra natural que potencian el 'feeling natural' que se busca como objetivo en el proyecto.
Las dos habitaciones de los hijos se han dispuesto una junto a la otra, de forma simétrica, y separadas por un gran panel corredero que, abierto, deja visto un espacio único compartido mucho más amplio. Las dos disfrutan de vistas al parque y de un amueblamiento muy similar, con la cama apoyada en un gran arrimadero lacado diseñado por el estudio.
Memoria Proyecto Residencial Bori I Fontestà
Arquitectura, diseño y ejecución: Luzio Studio.
Interiorismo: Leila Pablo y Xavier Martinell.
Tipología: Residencial.
Ubicación: Barcelona.
Año del proyecto: 2023.
Intervención: Proyecto de reforma e interiorismo.
Superficie: 230m2.
Decoración y estilismo: Víctor Henry.
Fotografías: Montse Garriga©.