Las nuevas oficinas de Monex coronan la Torre Picasso de Madrid
El piso 31 de la Torre Picasso de Madrid se convierte en el nuevo hogar de las innovadoras oficinas del grupo financiero Monex. El proyecto, nominado al Best Workspaces Awards, ha sido diseñado por el estudio de arquitectura Arquid, responsable de otras oficinas icónicas como Ficus Office (Madrid) o Dow (Bélgica).
El diseño de las oficinas de Monex se inspira en la metáfora de un cruce de caminos; un símbolo y punto de encuentro para el intercambio de ideas, al que contribuye el acertado uso de materiales en suelos, paredes y techos.
“Las oficinas de Monex son uno de esos bonitos proyectos que se hacen realidad tras una larga e inspiradora búsqueda de soluciones junto a la empresa”, explica el arquitecto Juan Juárez. Es habitual que el cliente siente unas bases y necesidades, pero, en este caso, la relación ha sido mucho más estrecha de lo habitual.
Arquid y Monex iniciaron la aventura intentando adaptar las antiguas oficinas de la marca a la nueva situación de expansión. Sin embargo, pronto se dieron cuenta que el espacio disponible no les permitiría crecer e iniciaron una búsqueda conjunta del lugar idóneo en el que asentarse. La decisión, nada fácil de tomar, estaba entre unas oficinas ‘boutique’ junto al paseo de la castellana, o las espectaculares vistas de una planta 31 en la Torre Picasso de Azca.
Las vistas panorámicas fueron clave para decidir el nuevo hogar de la compañía. Ahora, las salas de reuniones ofrecen una postal excepcional de la bulliciosa Avenida Castellana y el imponente Estadio Santiago Bernabéu. Una decisión estratégica que fomenta la inspiración; una ventana por la que inyectar energía a los trabajadores y colaboradores.
La cantina, diseñada como un espacio alegre y relajante para el personal, cuenta con suelos de PVC de Forbo, de quien también es la moqueta de la zona de oficinas.
Oficinas diseñadas a medida
Durante el desarrollo del diseño arquitectónico, la colaboración con los clientes fue fundamental. El resultado de esta estrecha relación se materializa en la personalización absoluta de las distribuciones y espacios. El diseño revela una filosofía única, inspirada en la metáfora de un cruce de caminos; un símbolo y punto de encuentro para el intercambio de ideas. Es aquí, en esta encrucijada, donde convergen tres departamentos independientes y se entretejen la recepción y los espacios de reunión principales.
Monex disponía de unos criterios muy claros de organización para sus espacios de trabajo; qué departamentos podían trabajar juntos y cuáles debían estar separados. El concepto y símbolo del cruce de caminos llegó tras el análisis detallado entre cliente y arquitectos sobre cómo las interrelaciones laborales ordenaban el espacio y su estructura organizativa, dando lugar a un diseño único que refleja la identidad y filosofía de la marca. En este sentido, Arquid diseñó la idea de la intersección; una confluencia donde los equipos de trabajo pueden congregarse y compartir ideas, mientras que también pueden trabajar de forma independiente en el conjunto.
Tabiques, mobiliario y falso techo reflejan y delimitan mediante curvas los espacios proyectados.
La ubicación estratégica de las salas de reuniones en la intersección ofrece unas vistas panorámicas de la ciudad únicas e inspiradoras. En el extremo opuesto, se encuentra la cantina diseñada como un espacio alegre y relajante para el personal. Colores enérgicos, mobiliario variado y elementos de ocio y juego, como una mesa de ping-pong o un columpio, convierten la cantina en un punto social que fomenta la interacción y la comunidad entre los empleados.
El diseño se enfoca en la combinación de materiales y elementos geométricos para crear la atmósfera laboral ideal. La madera aporta calidez a pasillos y salas de reuniones, mientras que las superficies blancas promueven un entorno limpio y profesional en las oficinas. En los suelos, la moqueta de las oficinas se combina con el PVC en la cantina. Curvas sutiles facilitan el movimiento, garantizando comodidad y una percepción fluida.
La curva fue un elemento fundamental en el proyecto, suavizando los puntos de encuentro del cruce de caminos. Tabiques, mobiliario y falso techo reflejan y delimitan mediante curvas los espacios proyectados. Elementos de cortinas facilitaron la delimitación de espacios flexibles.
Afortunadamente, la gestión de la Torre Picasso proporcionó un espacio ideal para la modificación, actuando como un lienzo en blanco para comenzar a distribuir el espacio. Sin embargo, al tratarse de un edificio protegido con restricciones estéticas, se siguieron criterios específicos que marcaron los puntos de partida de la propuesta. Pese a que no fue posible alterar la estructura y había limitaciones de acceso poco convencionales, Arquid solventó estos contratiempos con una construcción prefabricada y un montaje eficiente. Todo ha sido creado a medida hasta el milímetro, incluso hasta el punto de replantear muebles a medida sobre el propio forjado y fabricarlos directamente en la planta 31.
La ubicación estratégica de las salas de reuniones en la intersección ofrece unas vistas panorámicas de la ciudad únicas e inspiradoras.
Tecnología y eficiencia
El proyecto se compromete con la sostenibilidad mediante el uso de materiales locales y sostenibles. La permanente presencia de madera en lugar de productos derivados, junto con materiales reciclados en elementos de falso techo e instalaciones existentes, refleja la intención de realizar proyectos que fusionen funcionalidad, diseño y sostenibilidad.
La tecnología también desempeña un papel crucial, con la implementación del sistema KNX para el control lumínico, la monitorización de la luminosidad exterior y la conexión de la climatización al sistema BMS del edificio. Esto no solo contribuye a la eficiencia del proyecto, sino que también mejora el confort lumínico y térmico de los empleados.
En definitiva, las nuevas oficinas Monex son un testimonio claro de la colaboración entre cliente y diseñador, capaz de lograr la personalización y eficiencia al detalle; fusionando funcionalidad, diseño y sostenibilidad en un espacio que refleja los valores de la empresa, fomenta la productividad e inspira a los empleados.
Créditos
Localización: Picasso Tower, Madrid.
Año de construcción: 2023.
Superficie: 400 m2.
Proyecto de Arquitectura: Arquid.
Project Management: Arquid.
Constructor: IC10.
Carpintería: Dicotex.
Suelos de moqueta y PVC: Forbo.
Techos: Pladur.
Iluminación: Vibia / Plusminus / Faro.
Mobiliario: Orsal, con marcas como Ondarreta, Enea Design, BK Contract.
Soluciones domóticas: Picasso Tower & Elecnor.
Soluciones acústicas: Cortinas acústicas.
Fotografía: Alberto Amores (https://www.instagram.com/albertoamores.es/).