Los elementos naturales protagonizan una vivienda unifamiliar en la Costa Blanca
Asomada a la Costa Blanca alicantina, esta espectacular residencia privada decorada por Toni Espuch de AzulTierra, regala a sus habitantes espacios amplios y abiertos, donde la naturaleza se integra en todo su esplendor, de forma exuberante y elegante, donde el espacio outdoor está concebido como una extensión del interior sin límites ni fronteras.
Un espacio de líneas neutras y sofisticadas, que se combinan a la perfección con piezas contemporáneas, que rompen la monocromía, sin renunciar a su calidez interior. Elementos como el verde y, en especial, la luz natural convierte esta vivienda en un oasis de bienestar y confort, reforzado por la decoración que suma para romper con la frialdad de las paredes de hormigón.
De este modo, el decorador ha apostado por productos propios de AzulTierra, para conseguir un hogar tranquilo cerca del mar. Además, las antiguas alfombras persas y el hierro natural de los revestimientos de la chimenea, la escalera y algunas verticales se mimetizan con este proyecto de interiorismo, donde el mobiliario se convierte en protagonista indiscutible de esta residencia privada.
“Incluimos pocas piezas buscando el volumen. El jardín se plantó nuevo, para crear un tamaño considerable, ya que la vegetación es un contraste de la belleza, de lo natural”, remarca Toni Espuch. El propietaro de la casa quería madera; mientras que la mujer se decantaba por los metales. Al final se ha conseguido armonizar estos dos materiales contrapuestos en las tres plantas.
De este modo, la escalera separa las estancias y sirve de hilo conductor hacia los ambientes interiores. Asimismo, los grandes ventanales que dan al jardín invitan a la vegetación a integrarse dentro, y, junto con los techos altos, absorben la estimulante luz mediterránea.
Detalles decorativos en cada espacio
Esta vivienda está proyectada para un joven matrimonio joven que, por su actividad profesional, viaja con mucha asiduidad. De ahí que pensaran en una residencia en una zona tranquila para vivir cerca del mar. En definitiva, crear un hogar, un espacio donde relajarse y descansar.
Se trata de una casa unifamiliar distribuida en tres plantas: sótano, planta principal y primer piso. La vivienda está hecha íntegramente en hormigón con grandes ventanales y preside un gran volumen central; mientras que la escalera separa las estancias y sirve de hilo conductor en toda la vivienda.
Empezando por el sótano, se trata de un espacio abierto, con luz natural procedente de dos grandes patios. En él se encuentra un gran salón que sirve como tv room, con bar, gym y despacho. Por su parte, la planta principal es un espacio único abierto, con grandes ventanales que dan al jardín y a la piscina. Destaca por incluir un salón con chimenea en hierro, donde una espectacular luminaria en suspensión de Tom Dixon en la entrada aporta el glamur de esta residencia. Mientras que la cocina abierta se separa del salón por el volumen en hierro de la escalera. Un espacio que está presidida por una gran isla en mármol negro.
En el primer piso se encuentra el dormitorio principal con vestidor y baño incorporado dentro de esta estancia, así como los dormitorios de invitados. Precisamente, la suite se ha cuidado con esmero, ya que está orientada al jardín. Destacan los grandes ventanales que hacen que la luz y la vegetación invada toda la estancia, dando privacidad, gracias a la cortina de lino natural; mientras que en la fachada se han incorporado parámetros verticales en hierro negro que permiten jugar con la luz.
Tanto el baño como el mueble central están diseñados a medida en mármol negro Zimbawe con seno incrustado en mármol.
Una vivienda de líneas contemporáneas bañada de luz y donde la naturaleza forma un hilo narrativo, para crear un oasis particular, reforzado por la piscina exterior y un mobiliario cálido y con tintes mediterráneos, sin olvidar su carácter mediterráneo propio de la Costa Blanca de Alicante.