La Asociación Nacional de Fabricantes de Parquet entrevista al arquitecto Francisco Mangado
Nacido en Navarra en 1957, Francisco Mangado es arquitecto por la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad de Navarra, donde desarrolla su labor como profesor extraordinario desde 1982, ha sido profesor invitado en Harvard, Yale, Cornell, la Universidad politécnica de Laussane o el Politécnico de Milán. Entre los principales trabajos de Mangado destacan el Palacio de Congresos y Auditorio de Pamplona, la plaza Pey Berland en Burdeos, la Plaza de Dalí en Madrid, el Centro Municipal de Exposiciones y Congresos de Ávila, el Museo de Arqueología de Vitoria, el Campo de Fútbol de Palencia, el Pabellón de España para la Expo Zaragoza 2008 y el Auditorio de Teulada. Gracias a esta labor profesional ha recibido varios premios y distinciones. Su obra ha sido profusamente divulgada en monografías y revistas, así como en diversas exposiciones. El prestigioso arquitecto navarro responde a las preguntas de la Asociación Nacional de Fabricantes de Parquet (ANFP) sobre la madera como material y su uso en los pavimentos en particular.
Francisco Mangado.
Mangado y Asociados, S.L. atesora un amplio recorrido y reconocimiento como estudio de arquitectura, ¿cómo fueron vuestros comienzos?
Me imagino que, como en todos los casos, con ilusión y participando en concursos. Es verdad que hace ya casi cuarenta años las cosas eran muy distintas; entonces todavía existía la posibilidad de crear tu propio estudio. En España podía ocurrir que un joven arquitecto se encontrara, como consecuencia de un concurso público, haciendo un proyecto de envergadura; hoy esto es casi imposible.
¿Cuáles son vuestros proyectos estrella?
Diría lo que siempre contesto: los que ahora tengo sobre la mesa; los realizados no dependen ya de mí. Y aunque me siguen ilusionando, es un tipo de ilusión distinta. Pero si existen algunos proyectos significativos en mi trabajo, con los que de alguna manera han marcado un antes y un después, creo que entre ellos se encuentran Baluarte de Pamplona, el Pabellón de España en la Feria del Agua de Zaragoza o el Palacio de Congresos de Palma de Mallorca.
¿Qué ventajas destacaría Vd. de la madera como material constructivo y para la decoración interior y exterior? ¿Cuáles son las propiedades que hacen que la elija para determinados proyectos?
La madera es uno de los materiales con más tradición y, a la vez, que mejor ha sabido adaptarse a las técnicas contemporáneas. Es un material fantástico que ha demostrado, a lo largo de la historia y de manera muy clara, valores y calidad. Sus cualidades son muchas: estructurales, de calidad constructiva, de confortabilidad, de calidad formal… Siempre muy sugerente. Tiene además calidades contextuales y medioambientales de primer orden. Vivo en el valle de Ultzama, en el norte de Navarra, donde los robledales y los hayedos constituyen nuestro paisaje, nuestro mundo y, en gran medida, nuestra economía. En este contexto, es difícil no enamorarse de un material con el que, desde hace cientos de años, construimos todos nuestros edificios. Pero, además, se trata de un material atemporal, que sigue siendo joven y que ofrece grandes posibilidades en orden a ejercer una contemporaneidad responsable y bella en lo constructivo.
¿Qué especies de madera son las que más elegís y por su estética?
Personalmente, he utilizado varias maderas. Esto es lo bueno de un material tan natural: cada madera se adapta mejor a un proyecto y a un objetivo, es, a la vez, distinta en valores y sugerencias, pero todas hermosas. No existe madera mala o equivocada en su uso. Es el que la utiliza quien se equivoca. Uso mucho el roble y el haya, pero también he utilizado el cedro y el wengué en el Museo de Arquitectura de Vitoria, el eucalipto en el edificio de Norvento, el padouk en el Baluarte de Pamplona y en el Palacio de Congresos de Palma de Mallorca…
El argumento estético en la arquitectura no puede quedar al margen de otros aspectos, funcionales o referidos al mantenimiento; en este sentido, un argumento importante respecto al uso de una y otra madera tiene que ver con cuestiones contextuales; qué madera se trabaja mejor en el lugar, qué madera ha sido la más utilizada y por qué, qué bosques existen cerca, etc.
Bajo vuestra experiencia, ¿diríais que el uso de la madera en vuestros proyectos está con el tiempo más presente? ¿Es más solicitada por los clientes? ¿Cuál creéis que es la tendencia a futuro?
La verdad es que yo he utilizado madera en mis proyectos desde el inicio de mi actividad profesional. Incluso cuando, especialmente por falsos argumentos relacionados con el mantenimiento, resultaba difícil su uso. Siempre he pensado que un material con su calidad y tradición era un recurso magnífico. Es verdad que ahora estamos viviendo, principalmente por una cuestión que parece tener que ver con presupuestos medioambientales, un incremento en el uso de la madera que creo sinceramente que, con mayor o menor intensidad, ha venido para quedarse. Las nuevas técnicas de fabricación que implican un mejor aprovechamiento, especialmente en lo que a los laminados se refiere, así como usos más variados, apoyan esta realidad. Por otra parte, existen países como EE UU, Canadá, la Europa del Norte o Australia, por citar solo algunas zonas donde el uso de la madera tiene una tradición enorme, donde la economía maderera supone un porcentaje francamente importante, estando en continuo desarrollo.
¿Cómo son los pavimentos de madera en los proyectos de Patxi Mangado?
Yo uso la madera en pavimentos siempre que puedo y no solo en ámbitos domésticos. En la mayoría de edificios públicos que he construido, con un uso muy intenso, he utilizado pavimentos de madera. Como decía anteriormente, actualmente se han desarrollado técnicas estupendas, también si hablamos de pavimentos, que permiten su uso en situaciones que antes se consideraban extremas en cuanto a mantenimiento. Lo que me molesta mucho, y fíjate que creo que la cerámica es también un gran material en la arquitectura, son esos pavimentos de cerámica imitando la madera. Resultan una especie de ‘broma’ que habla bien de la madera y mal de la cerámica. Un material, la cerámica, noble donde los haya y que, con este procedimiento, intentando imitar a otro, pierde valor. Y venden esta ‘moto’ sobre la base del ‘mantenimiento’. En fin… ¡terrible!
Se ha demostrado en diferentes estudios que la madera aporta beneficios para la salud. ¿Creéis que esta información se conoce suficientemente?
Lo desconozco, pero, en la medida que se trata de un material natural, no tengo porqué dudar de ello. En todo caso, las cualidades de todo tipo que supone su uso en la arquitectura, y particularmente en ambientes domésticos –su calidad, su belleza, su confortabilidad, su gran durabilidad, solo por citar algunos–, justifican su uso sobradamente: si la cualidad a la que te refieres en términos de salud lo conocen las personas que lo usan es algo que no sé, supongo que sí. En todo caso, es lógico pensar que hacen la misma reflexión que he hecho yo.